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Ser feliz consiste en no darse cuenta de que uno está viviendo.
Manuel Vicent
El gangster Lucky Luciano lo dejó dicho: en cualquier negocio lo primero que hay que procurar es no ser el muerto.
Nos mata el oxígeno. Morimos porque al respirar nos quemamos.
Si amas a alguien es su puesta en libertad, déjale ir.
La fiesta de los toros está montada en esencia sobre la tortura pública de un animal, y, por muchos pases pintureros que el diestro pegue vestido de sota de espadas, nunca podrá ocultar la degradación que late bajo la supuesta belleza de una verónica.
Estas sensaciones formaban un tejido que me había arrancado la carne y había empezado a ser sustituido por otras visiones, por nuevas vivencias.
La perfección es muerte; la imperfección es el arte.
Para purgarse de la propia infelicidad, el público se convierte en un espectador sediento de sangre, y cada uno saca de la violencia el bálsamo de la piedad, la atracción del sadismo o el remedio del dolor.
Las desgracias ajenas pueden incluso desarrollar nuestras lágrimas, pero en el fondo ayudan a soportar el infortunio que todo el mundo arrastra, y aunque la castástrofe de otros despierta nuestra compasión, también nos provoca una secreta alegría morbosa por habernos librado esta vez.
Toda mi filosofía se reduce a que la crueldad de la historia, la imbecilidad humana y los zarpazos de la naturaleza no me cieguen hasta el punto de ignorar que éste es el momento idóneo para plantar berenjenas.
La unidad de destino en lo universal tratándose de un español consiste en ser toro o torero, según te vaya en la vida.
Una vez comenté con un joven punky, aprendiz de navajero, que las noches se habían vuelto muy peligrosas. Me contestó: Es cierto, cada vez hay más policías.
Escribir casi entra dentro del placer masoquista.
Periodista es ese tipo que escribe a toda velocidad de cosas que generalmente ignora y lo hace de noche y la mayoría de las veces cansado o borracho y que no teniendo talento para ser escritor ni coraje para ser policía se queda sólo en un chismoso o en un simple confidente.
La eternidad cabe entera en el día de hoy, sin esperar a mañana.
Todo lo que pasa en el mundo sucede ante nuestros ojos, pero ninguna gran tragedia dura más de un minuto en el telediario.
Me considero un escritor, y a la hora de escribir un artículo o una novela mi actitud ante el texto es la misma. Muchas veces puedes estar más cómodo ante un tema que ante otro, pero eso no depende del tema en sí, sino de tu propia situación. Después es el lector quien opina.
El arte de torear consiste en convertir en veinte minutos a un bello animal en una albóndiga sangrante ante un público alborozado.
Dios creó el mundo en sólo seis días, y esa prisa se nota.
Sólo resucitan los que han muerto bien.
Guárdate del que pretende darte lecciones con una verdad absoluta o con un bate de béisbol. Son dos formas de partirte la cabeza.
La primera obligación de las personas consiste en no morirse, aunque las funerarias no estén de acuerdo.
Hoy el País Vasco es un cuerpo social infectado por una septicemia.
La fiesta nacional tiene mucho color: el rojo de la sangre es el más auténtico.
Tejer y destejer la manga del jersey de Penélope a lo largo de los días con un ovillo con el que juega el gato, en eso consiste en el fondo la literatura.
El fútbol consiste en meter el balón en la propia portería, que es la que defiende el equipo contrario.
La única sabiduría consiste en dividir la vida en días y horas para extraer de cada una de ellas una victoria concreta sobre el dolor y una culminación del placer que te regale.
Nunca discutas con el creyente que lleva el fuego del infierno incluso en el mechero. Su fanatismo es peor que la carne de perro.
Puede que sólo seas un pequeño cobarde que prefiere soportar la injusticia con tal de vivir incontaminado. Así te quieren ellos, dedicado a los versos en la villa horaciana, entre gallinas y lechugas, tú contemplando el crepúsculo y ellos llenando el saco.
En este preciso momento te hallas en este mundo en forma de persona y tal como viene en el programa tu obligación al día de hoy consiste en no poner cara de mosquito para no dar pistas al enemigo.
El destino es el carácter.
Sigo creyendo que no sabían robar, prueba de ello es que los pillaron enseguida.
La informática es ya una patria común; el resto, o sea, la moral, se reduce a tener limpia la acera de la casa.
En medio de la insoportable algarabía del mundo el estilo literario más profundo es el silencio.
La vida es una herida mortal de necesidad.
Hay que celebrar el hecho de vivir tiempos de baja intensidad. Eso permite que la víctima o el verdugo, el héroe o el traidor, el asesino, el delator, el fusilado que cualquiera pueda llevar dentro no se asome a la superficie. Grandes tiempos mediocres y felices son éstos en que uno puede compartir el whisky en un cóctel con alguien que llegado el momento propicio no dudaría en mandarte fusilar.
Adán y Eva, después del desayuno, se pusieron el chándal, cogieron las bicicletas y salieron a pasear. A medida que avanzaban se iban creando los caminos, el paisaje, los ríos azules, los valles, los bosques, los animales. Por la tarde crearon también la música de jazz y el güisqui y así hasta la mañana siguiente que fue lunes y ya intervino Dios.
El universo son infinitas galaxias, infinitas estrellas, infinitas piedras y ni un solo sentimiento. No existe el mal en las esferas, puesto que en ellas no vive nadie que esté fichado.
El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla.
Siempre he soñado que una manera elegante de acabar con este baile sería sentarse en una mecedora blanca con un sombrero de paja junto al Mediterráneo y guardar un silencio definitivo durante muchos años mirando el horizonte sin mover una pestaña.