Imágenes
Uno no puede estar triste mucho tiempo en un mundo tan interesante.
Lucy Montgomery
Hubo un momento de silencio... Y luego, desde los bosques, llegó una multitud de hermosos ecos, dulces, fugaces, argentinos, como si todos los cuernos de la región del encanto estuvieran soplando.
¿Tienes sueños no realizados? - Desde luego. Todos los tenemos. No nos vendría bien tener todos los sueños cumplidos. Mejor sería estar muertos que no tener sueños.
No haré nada, salvo correr libremente por el verde mundo de belleza estival. Soñaré junto al arroyo al atardecer, vagaré sobre el Lago de Aguas Brillantes en una barcaza hecha de rayos de luna...
No todas las lecciones de la vida se aprenden en el colegio -pensó-; se aprenden en todas partes.
¡Oh, es delicioso tener ambiciones! ¡Estoy tan contenta de tener tantas! Y nunca parecen llegar a su fin; eso es lo mejor. Tan pronto se obtiene una, se ve otra brillando más alto. ¡Hacen que la vida sea tan interesante!
La vida me debe algo más que lo que me ha pagado, y me lo voy a cobrar.
Será aburrido para nosotras -dijo, pensativa-, pero para mucha gente puede que sea un día maravilloso. Algunos estarán locos de felicidad. Tal vez hoy se está llevando a cabo una hazaña magnífica o se ha escrito un hermoso poema, o ha nacido un gran hombre.
¿A qué iglesia vas, Ana? Espero que lo harás regularmente. La gente tiene mucha facilidad para olvidar sus obligaciones para con Dios fuera de su casa y tengo entendido que eso es muy común entre los estudiantes.
Detesto prestar un libro que amo (nunca me parece igual cuando me lo devuelven).
Es la peor clase de crueldad, la de los que no piensan. Uno no puede contra ella.
-A mí nunca me han gustado los gatos. -A mí sí -terció Dorothy-. Son muy independientes. Los perros son demasiado buenos y generosos; me hacen sentir incómoda. Pero los gatos son terriblemente humanos.
Las palabras eran comunes, pero ¡El tono! ¡Y la sonrisa que las acompañó! Ana sintió que su corazón latía de un modo extraño.
Desde luego que es un riesgo casarse con alguien -concedió Charlotta IV-; pero una vez que está hecho, hay muchas cosas peores que el marido.
Se puede disfrutar de todo cuando uno está firmemente decidido a ello. Por supuesto, hay que estar firmemente decidido.
Es espantoso no tener a nadie a quien amar, la vida se vuelve vacía, y no hay nada peor que el vacío...
La lluvia cesó y el sol asomó entre las nubes iluminando las aguas grises y haciendo brillar la niebla que envolvía las rojas playas de la isla con destellos dorados. Era, por fin, un hermoso día.
La mayor parte de las desdichas de esta vida se deben a la incomprensión entre la gente.
La comedia y la tragedia se entremezclan en la vida, Gilbert. Lo único que me persigue todavía es la historia de esos dos que vivieron juntos cincuenta años, odiándose. No puedo creer que haya sido así. Alguien ha dicho que el odio es solamente el amor que no encontró el camino. Estoy segura de que debajo del odio, en realidad se amaban.