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Lo malo del trabajo no es trabajar, sino pensar que estas trabajando.
Lorenzo Silva
Aunque es algo demasiado ruin para que la gente lo reconozca con naturalidad, todo hombre que se siente atraído por una fémina experimenta un odio fisiológico hacia el tipo que se la benefica, normal o esporádicamente.
Soy de la opinión de que los amores juveniles realizados son una cursilada insoportable, mientras que los frustrados engendran magníficas deformidades psicológicas que más adelante permiten retraser el momento en que echar un polvo es como subir un saco de arena a un décimo piso con los tobillos atados el uno al otro.
Lo único bueno que tienen esos días de miedo y tensión (exámenes) es que consiguen que te olvides de cualquier otro problema. Durante esa semana cada estudiante está demasiado preocupado por salvar el pellejo como para perder el tiempo con otras preocupaciones.
A la hora de medir tu suerte hay que elegir bien con quien te comparas.
Yo siempre he sido de la opinión de que lo que uno no se merece es lo mejor y lo más valioso de todo. Lo que uno se merece está demasiado impregnado de uno mismo y no sirve para nada.
Cuando ganas dinero es casi como si fueras mayor.
A veces las teorías personales te crean problemas, porque los demás no las entienden. Pero te dan una ventaja: gracias a ellas siempre sabes lo que tú tienes que hacer.
Así va la vida, puede permitirte rodar por sus caminos durante los años que sea, que nunca dejarás de estar desnudo a los ojos de quien tras darte el ser se ocupó de ampararlo y encauzarlo en la medida de sus fuerzas y posibilidades.
La verdad es que me gusta esperar cuando creo que lo que espero va a venir. Si lo miras bien, es el tiempo más agradable y el mejor empleado de todos.
Entre los niños reina el abuso, la violencia y la crueldad gratuita. Una de las pocas cosas que cerebro de ser adulto es que no tengo que estar todo el rato temiendo que los que son más altos que yo decidan tumbarme boca abajo y retorcerme el brazo hasta hacerme llorar.
La mayoría de las cosas que nos pasan, si se piensa, vienen y van sin dejar rastro, como si en realidad no importaran mucho y esa predisposición para olvidarlas fuera nuestra manera de perdonar que nos hayan distraído de las cosas que sí merecían atención. Sin embargo hay unos pocos momentos escogidos en la vida qye según los estás viviendo ya sabes que los vas a recordar para siempre.
El pasado no se cierra nunca, se acarrea.
Mucha gente no lo sabe pero el orgullo salva más baches que la esperanza.
Las páginas amarillas de la memoria hay que alternarlas con hojas azules de futuro.
Mientras uno no ha rodado por tierra, y por fea que pinte la partida, siempre hay algo que ganar si se planta cara a la adversidad.
Cada uno tiene su camino, nunca vayas por el camino de otro.
Las lenguas, todas ellas, son rescoldos inocentes de la hoguera de los horrores sufridos y cometidos por las gentes que las forjaron. En cualquiera se puede ser libre y se puede ser justo y se puede rozar, que nunca poseer, la belleza.
Hay muchas razones para mentir. Pero a un investigador de homicidios le cuesta creer que alguien lo hace por motivos inocuos.
Me sentiré incapaz cuando haya fracasado.
Yo no creo en el destino y más bien me parece que todas las cosas pasan porque uno se empeña en que pasen, a veces un poco a la fuerza, es verdad, pero eso no le hace a uno menos responsable ni gilipollas.
En un sueño uno aspira a lo máximo, aunque a veces se acabe el tiempo y no se saque nada, como en la puta vida.