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A mis soledades voy de mis soledades vengo, porque para andar conmigo me bastan mis pensamientos. (romance de El solitario)
Lope de Vega
El vino, mientras más se envejece, más calor tiene: al contrario de nuestra naturaleza, que mientras más vive, más se va enfriando.
Que el grande y el pequeño somos iguales lo que dura el sueño.
No sé la razón de la sin razón que a mi corazón aqueja.
Porque para andar conmigo.
Las pajas del pesebre niño de Belén hoy son flores y rosas, mañana serán hiel. Lloráis entre pajas, del frío que tenéis, hermoso niño mío, y del calor también. Dormid, Cordero santo; mi vida, no lloréis; que si os escucha el lobo, vendrá por vos, mi bien.
Que pobreza no es vileza mientras no hace cosas malas.
Quien mira lo pasado, lo porvenir advierte.
Viviendo todo falta, muriendo todo sobre.
Que más mata esperar el bien que tarda que padecer el mal que ya se tiene.
¡Oh, libertad preciosa, no comparada al oro, ni al bien mayor de la espaciosa tierra, más rica y más gozosa que el precioso tesoro que el mar del sur entre su nácar cierra.
Quien gobierna, mal descansa.
Nadie puede apartarse de la verdad sin dañarse a sí mismo.
Que amor se hace gigante con los celos.
No hay placer que no tenga por límites el dolor; que con ser el día la cosa más hermosa y agradable tiene por fin la noche.
No hay placer que no tenga por límite el pesar.
La amistad es el alma de las almas.
Madrid; que no hay ninguna villa, en cuanto el sol dora y el mar baña más agradable, hermosa y oportuna, cuya grandeza adorna y acompaña la Corte de los Césares de España.
¡Oh, libertad gran tesoro! porque no hay buena prisión, aunque fuese en grillos de oro.
Piezas somos de ajedrez y el loco mundo es la tabla, pero en la talega juntos peones y reyes andan.
Con viento mi esperanza navegaba; perdonóla la mar, matóla el puerto.
Los celos son hijos del amor, mas son bastardos, te confieso.
El oro es como las mujeres, que todos dicen mal de ellas y todos las desean.
Nunca el honor se perdió mientras duró el secreto.
Porque dicen, amor, que no caminas si los celos no te calzan las espuelas.
Pero la vida es corta: viviendo, todo falta; muriendo, todo sobra.
El amor tiene fácil la entrada y difícil la salida.
Que no hay, para olvidar amor, remedio como otro nuevo amor, o tierra en medio.
La verdad de ninguna cosa tiene vergüenza sino de estar escondida.
Me bastan mis pensamientos.
Ni el rey comería... si el labrador no labrase.
Cuando la mujer aborrece lo que en algún tiempo le agradó, es mucho peor que si siempre lo hubiese aborrecido.
Una bella huida libra toda la vida. (Gatomaquia)
Después del perdón son infames los delitos.
Yo vengo de ver, Antón, un niño en pobrezas tales, que le di para pañales las telas del corazón.
Gloria a Dios en las alturas, paz en la tierra a los hombres, Dios ha nacido en Belén en esta dichosa noche. Nació de una pura Virgen; buscadle, pues sabéis donde, que en sus brazos le hallaréis envuelto en mantillas pobres.
Que si ha de dar un desengaño muerte, mejor es un engaño que da vida.
Donde hay amor no hay señor, que todo lo iguala el amor.
La virtud tiene en sí todas las cosas; y todas le faltan a quien no la tiene.
De acuerdo, entonces, lo diré: Dante me hace enfermar.
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