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Los escritores siempre hablan de sus fantasías. Si les tuviera que dar un consejo a los jóvenes escritores, les diría que no escúchame a escritores hablando de sí mismos.
Lillian Hellman
Las cosas empiezan como esperanzas y terminan como costumbres.
Los intelectuales pueden contarse cualquier cosa, venderse cualquier mercancía, que es por lo cual fueron engrupidos tan a menudo por las clases dirigentes de Francia e Inglaterra en el siglo XIX y Rusia y Estados Unidos en el siglo XX.
Las personas cambian y generalmente se olvidan de comunicar dicho cambio a los demás.
El cinismo es una manera desagradable de decir la verdad.
Me gusta la gente que se niega a hablar hasta que está preparada para hablar.
Dios perdona a quienes inventan lo que necesitan.
Por cada hombre que vive sin libertad, el resto de nosotros debe enfrentar la culpabilidad.
Si usted cree, como los griegos, que el hombre está a merced de los dioses, debe escribir tragedias. El fin es inevitable desde el principio. Pero si cree que el hombre puede resolver sus propios problemas y que no está a merced de nadie, entonces probablemente escriba melodramas.
No puedo y no voy a cortar mi conciencia para adaptarla a las modas de este año...
Las decisiones, en particular las importantes, siempre me han dado sueño, tal vez porque sé que tendré que tomarlas por instinto, cuando lo que otras personas me dicen que debo hacer es resolverlas pensando.
Hay gente que come tierra y se come toda la gente que hay sobre ella como las langostas en la Biblia. Y otra gente que se para alrededor y los mira comer.
El fracaso en el teatro es más dramático y feo que cualquier otra forma de escritura. Cuesta tanto que uno se siente muy culpable.
Las cosas comienzan para afuera como esperanzas y terminan elevándonos hechas hábito.
La gente solitaria, al hablarse entre sí, puede poner más solitario al otro.
Creer es un acto moral por el cual el creyente debe ser considerado responsable.
Siempre es mejor actuar con confianza, no importa si es poca.
Qué palabra es verdad. Resbaladiza, tramposa, poco confiable. Traté en estos libros de decir la verdad.
Se puede sobrevivir si se desea de verdad, pero esto sólo se descubre cuando ya se ha sobrevivido.
Somos un pueblo que no quiere conservar mucho del pasado en la cabeza. Se considera malsano en Norteamérica recordar errores, neurótico pensar en ellos, psicótico analizarlos seriamente.
Somos un pueblo que no quiere mantener gran parte del pasado en nuestras cabezas.