Imágenes
¡Sea maldita la sangre perezosa, que no se vierte por la tierra natal!
Lesja Ukrainka
Somos paralíticos con ojos de fuego; hombres grandes en el espíritu e insignificantes en el poder. Sentimos las alas en nuestra espalda, pero las cadenas nos sujetan a la tierra.
Hay heridas para las que no valen los vendajes; no existe para ellas otro reparo que una dura coraza.