Imágenes
La sabiduría es hija de la experiencia.
Leonardo da Vinci
El hombre posee gran razonamiento, pero en su mayor parte vano y falso; los animales lo tienen menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.
La escultura no es una ciencia sino un arte totalmente mecánico, que provoca sudor y fatiga corporal en su realizador... lo cubre de polvo y de escombros y le deja el rostro pastoso y enharinado de polvo de mármol como un molinero. Salpicado de esquirlas, parece cubierto de copos de nieve, y su habitación está sucia y repleta de escombros y del polvo de la piedra.
El hombre es víctima de una soberana demencia que le hace sufrir siempre, con la esperanza de no sufrir más. Y así la vida se escapa, sin gozar de lo ya adquirido.
Nada nos engaña tanto como nuestro propio juicio.
Quien no estima la vida no la merece.
La desigualdad es el origen de todos los movimientos locales.
Quien siembra virtud, fama recoge.
La justicia requiere poder, inteligencia y voluntad, y se asemeja al águila.
Todos los elementos, cuando están fuera de su sitio natural, desean volver a él, principalmente el fuego, el agua y la tierra.
Aquel que no castiga la maldad ordena que se haga.
Trato de hablar bien del malvado como mal del bueno.
Cuando la fortuna viene, tómala a mansalva y por delante, pues por detrás es calva.
Una vez hayas probado el vuelo siempre caminarás por la Tierra con la vista mirando al Cielo, porque ya has estado allí y allí siempre desearás volver.
La ciencia más útil es aquella cuyo fruto es el más comunicable.
Debes reprender en secreto a tu amigo y alabarlo en público.
Todo nuestro conocimiento nos viene de las sensaciones.
Donde entra la ventura, la envidia le pone asedio y la combate. Cuándo nos abandona, nos deja el dolor y el arrepentimiento.
He aquí una cosa que cuanto más se necesita menos se estima: el consejo.
Donde radique el mérito, si en dar todo por nada, o a partir de la nada poder crearlo todo.
Si queréis saber cómo habita el alma en el cuerpo, os bastará observar cómo usa el cuerpo de su cotidiana habitación: si ésta es desordenada y confusa, desordenado y confuso será el cuerpo poseído por el alma.
La tontería protege de la vergüenza, igual que el atrevimiento de la pobreza.
No debemos desear lo imposible.
No hay consejo más leal que aquel que se da desde una nave en peligro.
La mecánica es el paraíso de las ciencias matemáticas, porque con ella se alcanza el fruto matemático.
Mal haces si alabas, y peor si reprendes una cosa que no entiendes bien.
El que se enamora de la práctica sin ciencia, es como el marino que sube al navío sin timón ni brújula, sin saber con certeza hacia dónde va.
No hay certeza en la ciencia si no se puede aplicar una de las ciencias matemáticas.
Si encontráis a un hombre virtuoso y bueno, no lo apartéis de vosotros; honradlo para que no tenga que huir de vosotros y refugiarse en desiertos o cavernas u otros lugares solitarios, lejos de vuestras insidias; miradlos como a dioses terrestres, merecedores de estatuas y simulacros.
La adquisición de cualquier conocimiento es siempre útil al intelecto, que sabrá descartar lo malo y conservar lo bueno.
Toda acción natural está realizada por la naturaleza misma del modo y en el tiempo más breve posible. Ninguna acción natural puede abreviarse, pues la naturaleza la genera del modo más breve posible.
El agua que tocas en la superficie de un río, es la última de la que pasó y la primera de la que viene: así el instante presente.
Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir.
Hasta el más pequeño de los felinos es una obra de arte.
Todo nuestro conocimiento tiene su principio en los sentimientos.
Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias.
Ninguna certeza existe allí donde no puede aplicarse alguna de las ciencias matemáticas o de las que están unidas con ellas.
Y si quieres saber lo que a uno deleita, sin necesidad de que te lo diga, háblale de diversos asuntos, y cuando lo observes escuchando atento, sin bostezos ni fruncimiento de cejas, ni otros signos semejantes, puedes estar seguro de que la cosa de que hablas es la que le deleita.
La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y dios.
Puedes censurar a un amigo en confianza, pero debes alabarlo delante de los demás.