Imágenes
¡Todo es mal, injusticia, mentira y engaño!
León Tolstói
A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa.
Opino que lo que se llama belleza, reside únicamente en la sonrisa.
Todo el mundo piensa en cambiar la humanidad, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
Decir que uno puede amar a una persona por toda una vida es como declarar que una vela puede mantenerse prendida mientras dure su existencia.
La historia sería algo maravilloso si fuera cierta.
Me gusta el ajedrez porque es un buen descanso; hace trabajar la mente, pero de una forma muy especial.
Sucede a veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor.
El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil.
No hagáis el mal y no existirá.
La ambición no hermana bien con la bondad, sino con el orgullo, la astucia y la crueldad.
Donde termina el amor empieza el disgusto.
El que hace sufrir al prójimo se perjudica a sí mismo. El que ayuda a los demás, se ayuda a sí mismo.
La felicidad consiste, en no hacer siempre lo que tú quieres, sino en siempre haber querido hacer lo que tú haces.
La atracción principal del servicio de las armas ha consistido y consistirá en su atractiva e irreprochable pereza.
No hay que escribir sino en el momento en que cada vez que mojas la pluma en la tinta, un jirón de tu carne queda en el tintero.
Toda la instrucción posible se adquiere con la vida y no con la escuela.
En el sentimiento del amor existe algo singular capaz de resolver todas las contradicciones de la vida y de dar al hombre aquella felicidad total cuya consecución es el fin de la vida.
¿Qué es el bien? No es más que amor.
Los hijos son tormento, y no otra cosa.
Las lágrimas manan también a través del oro.
El verdadero amor supone siempre la renuncia a la propia comodidad personal.
Correr el hombre debe, y con brío hacerse grande por la ambición.
Nunca dijo Jesucristo una sola palabra afirmando su resurrección personal ni una vida después de la tumba.
Todo lo que sé lo sé porque amo.
Un francés está seguro de sí mismo, porque se ve a sí mismo terriblemente encantador, mental y físicamente, tanto para hombres como para mujeres.
Mientras nuestros cuerpos sean las tumbas vivientes de animales, ¿cómo podemos esperar alguna condición ideal en la tierra?
El niño reconoce a la madre por la sonrisa.
No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás.
El error es la fuerza que une a los hombres; la verdad se le comunica a los hombres por medio de las acciones verdaderas.
Madres, en vuestras manos tenéis la salvación del mundo.
La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive, es porque cree en alguna cosa.
Un alemán seguro de sí mismo es el peor de todos, el más impasible y el más repugnante, porque imagina que conoce la verdad por medio de una rama de la ciencia que es una pura invención suya, aunque el la percibe como una verdad absoluta.
Alimentarse de carne es un vestigio del primitivismo más grande. El paso al vegetarianismo es la primera consecuencia natural de la ilustración.
El arte es uno de los medios de comunicación entre los hombres.
Es asombroso cuán completo es el espejismo de que la belleza es bondad.
Estoy siempre conmigo, y es este Yo quien me atormenta.
La muerte no es más que un cambio de misión.
Si no quieres que el mal exista, no obres mal.
El dinero es una nueva forma de esclavitud, que sólo se distingue de la antigua por el hecho de que es impersonal, de que no existe una relación humana entre amo y esclavo.