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Es imposible el estudio de los fenómenos sociales, sobre todo de los fenómenos sociales más importantes, sin que este estudio lleve consigo juicios de valor.
Leo Strauss
El historicismo rechaza el planteamiento del tema de la buena sociedad, o sea de la sociedad ideal, como consecuencia del carácter esencialmente histórico de la sociedad y del pensamiento humano.
La ciencia moderna es la expresión más elevada del conocimiento, porque no busca, como la teología y la metafísica lo hicieran en otro tiempo, el conocimiento absoluto del por qué, sino sólo el conocimiento relativo del cómo.
El silencio de un hombre sabio es siempre significativo.
La búsqueda del conocimiento de todas las cosas significa la búsqueda del conocimiento de Dios, del mundo y del hombre, o mejor, la búsqueda del conocimiento de las esencias de todas las cosas. Estas esencias en su totalidad forman el todo como conjunto.
La filosofía política consiste en el intento de adquirir conocimientos ciertos sobre la esencia de lo político y sobre el buen orden político o el orden político justo.
La educación liberal es el esfuerzo necesario para fundar una aristocracia dentro de la sociedad democrática de masas.
La filosofía no consiste esencialmente en poseer la verdad, sino en buscar la verdad.
Cuando la propensión a la conservación o al cambio se hace explícita y el hombre se impone como meta la adquisición del conocimiento del bien en su vida y en la sociedad, entonces surge la filosofíapolítica.
El núcleo de la moral es la buena voluntad, que se distingue del mero cumplimiento de los deberes.
Toda acción política está encaminada a la conservación o al cambio. Cuando deseamos conservar tratamos de evitar el cambio hacia lo peor; cuando deseamos cambiar, tratamos de actualizar algo mejor. Toda acción política, pues, está dirigida por nuestro pensamiento sobre lo mejor y lo peor.
Exige de los hombres la obediencia, la lealtad, la decisión y la valoración. Lo político está sujeto por su misma naturaleza a la aprobación y desaprobación, a la aceptación o la repulsa, a la alabanza o la crítica.
Contemplaban los asuntos públicos desde la misma perspectiva que el ciudadano ilustrado o el político. Y sin embargo, veían con claridad las cosas que los ciudadanos ilustrados y los políticos o no veían en absoluto o veían con dificultad. La razón estaba en que los filósofos, aunque en la misma dirección que los ciudadanos ilustrados y los políticos, iban más lejos, profundizaban más...
La educación liberal es la liberación de la vulgaridad.
El hombre no puede dejar de plantearse el tema de la sociedad buena, y no puede tampoco liberarse de la responsabilidad de dar una respuesta, remitiéndose a la historia o a cualquier otro poder distinto de su propia razón.
El hombre es maleable casi hasta el infinito.
La filosofía política, en el sentido en que hemos intentado describirla... Hoy está en decadencia o, quizás, en estado de putrefacción, si es que no ha desaparecido por completo.