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El cristianismo es único. Se basa en el plan "hecho"; Jesús ha hecho por nosotros en la cruz lo que nosotros no podemos hacer por nuestra cuenta: pagó la pena de muerte que merecemos por nuestra rebelión y transgresión, para que podamos ser reconciliados con Dios.
Lee Strobel
Dios ocupa el espacio en la misma forma que el alma ocupa el cuerpo.
El propósito de nuestra vida en este mundo no es la comodidad, sino la práctica y la preparación para la eternidad.
¿No sería extraño que un universo sin propósito creara accidentalmente a seres humanos que están tan obsesionados con el propósito?
Si Jesús conquistó la muerte, me puede abrir la puerta de la vida eterna a mí también.
La ciencia, se puede decir, ha descubierto que nuestra existencia es infinitamente improbable, por lo que he aquí un milagro.
Fue mi ciencia la que me llevó a la conclusión de que el mundo es mucho más complicado de lo que puede ser explicado por la ciencia.
Dios nos susurra en nuestros placeres, habla a nuestras conciencias, pero nos grita en nuestros dolores.
Tener una relación con Jesucristo va más allá del conocer los hechos históricos acerca de él pero está arraigada en los hechos históricos acerca de él. Creo en Jesús sobre la base de la evidencia histórica pero mi relación con Jesús va más allá de la evidencia. Tengo que poner mi confianza en él y caminar con él día tras día.
Algunas personas son cristianas culturales, pero no cristianas auténticas.
Darse cuenta de que tenemos un universo en donde los mismos lugares en donde encontramos observadores son también los mejores lugares de todos para observar, eso es algo sorprendente -dijo Richards-. Veo diseño no solamente en la rareza de la vida en el universo, sino también en este mismo patrón de habitabilidad y mensurabilidad.
La fe es activa; demanda respuesta. Contraria a la razón, la que se inclina fielmente a la evidencia, la fe prejuzga.
La abrumadora mayoría del sufrimiento en el mundo se debe a nuestras elecciones de matar, difamar, de ser egoístas, de las desviaciones sexuales, de romper nuestras promesas, de ser imprudentes.
El infierno no está lleno de personas que ya se arrepintieron pero que Dios no es lo suficientemente bueno como para dejarlos salir. Está lleno de personas que, por toda la eternidad, todavía quieren estar en el centro del universo y que persisten en su rebelión en desafío a Dios.
Vea lo que Jesús hace al aplicarse el término "Hijo del hombre" a sí mismo -agregó-. Este es alguien que se acerca a Dios mismo en su trono celestial y al que se le da autoridad y dominio universales. Eso hace de "Hijo del hombre" un título de gran exaltación, no de simple humanidad.
Si Jesús me ama como dice, mi bienestar es importante para él.
Nadie escribía la historia si no había una razón para aprender de ella.
Si Jesús es quien dice ser (y recuerda ningún líder de ninguna otra religión principal jamás pretendió ser Dios), como mi Creador, merece justamente mi lealtad, mi obediencia y mi adoración.
No podemos tener una prueba absoluta de nada en esta vida.