Imágenes
Que tu vida baje hasta mi vida bajo la muda encarnación de un beso.
Laura Victoria
Mis ojos buscan tus pupilas hondas, mis manos la caricia de tus dedos.
Verás mi cuerpo convertirse en cuna para que el hijo de tus sueños nazca.
¡Por ese niño de cabellos claros, esta copa de olvido alegre bebo!
Que los besos hagan temblar la noche perfumada.
Las esmeraldas de mis ojos tristes aguardan tus pupilas de bohemio, y mis manos germinan las caricias que brotan al contacto de tus dedos.
Porque tú eres la espuma de ese río que nace en tus llanuras de verano y muere en mis crepúsculos de frío.
Torciendo mi camino avanzo al horizonte de platino, desnuda hasta del propio pensamiento.
Amo el dolor porque el dolor es cumbre, amo la vida que la vida es lumbre si se perfila en páginas de fuego.
Entre mis labios trémulos se enciende la loca llamarada de mis besos.
Ese beso que a tiempo me pediste temblando esta noche en mis labios es granada en sazón.
Cuando regreses no hallarás siquiera vestigios del pasado. En el parque los cisnes se murieron y en mi boca tus besos se borraron.
Deja que en el hondor de los minutos, se asfixien las palabras y arda sólo el deseo.
Amo tu boca, floración de otoño, que mece en mi jardín de primavera su veleidosa tentación de llama.