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Cuantas más restricciones existan y más artificiales sean los tabúes que haya en el mundo, más se empobrecerá la gente... Cuanta más prominencia se dé a las leyes y regulaciones, más ladrones y bandidos habrá
Lao-Tse
Si eres flexible, te mantendrás recto.
Las cosas dulces de la vida superan a las amargas.
El padre y el hijo son dos. La madre y el hijo son uno.
Regocijarse en la conquista es regocijarse en el crimen.
Quienes aceptan al mundo, es porque no se ocupan de él. Quienes se ocupan del mundo, no lo aceptan tal cual es.
Entrar en la vida: ir hacia la muerte.
No te ocupes de rendir culto a deidades e instituciones religiosas como fuente de la verdad sutil.
El hombre vulgar, cuando emprende una cosa, la echa a perder por tener tanta prisa en terminarla.
Los esfuerzos del sabio se dirigen a tener satisfecha la vida, y no a tener muchas cosas. Y él, contemplándose con poco en el mundo material, escoge lo primordial.
Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso.
Cuando el trabajo de un gran líder concluye, la gente dice: ¡Lo hicimos!
La perfección del que imparte órdenes es ser pacífico; del que combate, carecer de cólera; del que quiere vencer, no luchar; del que se sirve de los hombres, ponerse por debajo de ellos.
Quienes deseen alcanzar la unidad, deben practicar la virtud sin hacer distinciones. Deben disolver todas las ideas de dualidad: bueno y malo, hermoso y feo, alto y bajo. Serán obligados a abandonar cualquier desviación mental nacida de creencias culturales o religiosas.
Si no puedes avanzar una pulgada, retrocede un pie.
Quien pretende el dominio del mundo.
El que está satisfecho con su parte es rico.
Gobierno imperceptible, pueblo feliz; gobierno solícito, pueblo desgraciado.
Cuando dejo de ser lo que soy, me convierto en lo que podría ser.
Las armas son instrumentos nefastos. El hombre del Tao nunca se sirve de ellas.
De los buenos líderes, la gente no nota su existencia. A los no tan buenos, la gente les honrará y alabará. A los mediocres, les temerán y a los peores les odiarán. Cuando se haya completado el trabajo de los mejores líderes, la gente dirá: lo hemos hecho nosotros.
El valor de un acto se juzga por su oportunidad.
Mejor no llegar a llenar que llenar hasta el borde. Afila demasiado la hoja, y pronto se desafila. Acumula oro y jade, y nadie puede protegerlo. Consigue caudal y títulos, y vendrá desastre. El rico y orgulloso se pierde a sí mismo, y en consecuencia atraerá la desgracia. El hombre que surca el Sendero del Cielo se retira luego de finalizar su obra.
La moderación es la mejor virtud para gobernar a los hombres y servir al cielo.
El Tao hace surgir todas las formas, pero él mismo no tiene forma. Si intentas representar su imagen en tu mente, lo perderás.
Quien conoce a los otros es sabio. Quien se conoce a sí mismo es iluminado.
El agradecimiento es la memoria del corazón.
El Maestro mantiene su mente.
No todos los caminos espirituales conducen a la Unidad Armoniosa. De hecho, la mayoría son rodeos y distracciones y no otra cosa.
Hubo algo formado misteriosamente, nacido antes que el cielo y la Tierra... Puede que sea la madre de miríadas de cosas. No sé su nombre, llamémoslo Tao.
El buen general vence, y allí se queda. Vence y no se jacta, vence porque es su deber.
El pensamiento dualista es una enfermedad. La religión es una distorsión. La existencia es cruel. La espiritualidad es irreal. Pasar las cuentas de un rosario no es más sagrado que simplemente respirar, los hábitos religiosos no son más espirituales que la ropa de trabajo. Si deseas alcanzar la unidad con el Tao, no te dejes atrapar en superficialidades espirituales.
Mis enseñanzas son simples; si intentas hacer de ellas una religión, éstas te eludirán, porque profundas, aunque simples, contienen toda la verdad del universo.
La norma del cielo es retirarse después de acabar la obra y haber dado fama al propio nombre.
Observa todo lo blanco que hay en torno tuyo, pero recuerda todo lo negro que existe.
Se juzga según lo que se ve, lo que se mira, y se mira lo que se quiere. Por tanto, se juzga lo que se quiere.
Da y tendrás en abundancia.
Los cinco colores ciegan al hombre.
Haz que tu yo sea más pequeño y limita tus deseos.
Saber que no se sabe, eso es humildad. Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad.