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En el centro de tu ser tienes la respuesta; sabes quién eres y sabes qué quieres.
Lao-Tse
Lo que tiene forma es igual a lo que no tiene forma, y lo que está vivo es igual a lo que reposa. Esta es la verdad sutil, no un invento religioso, pero sólo quienes ya están altamente evolucionados lo entenderán.
Ama tu vida. Confía en el Tao. Haz el amor con el invisible origen sutil del universo y te darás a ti mismo lo que necesitas. No tendrás que acudir a esconderte en retiros espirituales.
Ser profundamente amado te da fuerzas, mientras que amar profundamente a alguien te da coraje.
No valores las cosas difíciles de obtener, verás que nadie se entregará a la codicia.
Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres durante una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda su vida.
Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.
La religión es el fín de la virtud y la honestidad, el comienzo de la confusión; la Fé es una esperanza o miedo muy colorida, el origen de la estupidez.
El camino del sabio es obrar sin combatir.
Si a un pueblo no le importa morir ¿de qué sirve amenazarlo con la muerte?
Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso.
Se instalan puertas y ventanas para la habitación, pero del vacío interior depende su utilidad. Ponemos atención en la apariencia, pero lo que realmente sirve es la esencia.
Si el Tao se pierde, queda la virtud; Si la virtud se pierde queda la amabilidad; Si la amabilidad se pierde, queda la justicia; Si la justicia se pierde, queda la religión.
El sabio prefiere la izquierda.
Para él sabio, no existe un yo por sobre el otro, y, por ello, nadie a quien elevar; ni cielo ni infierno y, por tanto, ningún destino.
Ser profundamente querido por alguien te da fortaleza, y querer profundamente a alguien te da valor.
La gente que mas viaja es la que menos aprende. El Sabio conoce el mundo sin necesidad de salir de su casa.
Aquello que miramos y no podemos ver es lo simple.
El que proyecta muchas cosas, encuentra muchos obstáculos para realizarlas.
Hay que refinar la conciencia. Que el hombre se asemeje en esto a un bebé recién nacido. Si él se hace tan sutil, no va a tener errores.
El que camina a grandes zancadas no irá muy lejos.
Si el Tao reinara en el mundo, el pueblo, sin gobierno, por sí mismo se ordenaría con equidad.
Sólo zarpas y espinos nacen en el lugar donde acampan los ejércitos.
No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.
El que mucho promete rara vez cumple su palabra.
El sabio no es complaciente. Para él los hombres son como perros de paja destinados al sacrificio.
Saber creyendo no saber, eso es lo excelso. No saber creyendo saber, eso es una enfermedad.
El Maestro mantiene su mente siempre en unidad con el Tao; esto es lo que le hace resplandecer. El Tao es inasible. ¿Cómo puede su mente ser una con él? Porque no se aferra a idea alguna. El Tao es oscuro e insondable. ¿Cómo puede hacerle resplandecer? Porque él se lo permite. Desde antes de que fueran el tiempo y el espacio, el Tao es. Está más allá del Ser y del No Ser. ¿Cómo sé que esto es así? Miro en mi interior y veo.
Al que menos tenga, más se le dará; Al que más tenga, más le será quitado.
Las armas del reino no se muestran al extranjero.
Un buen caminante no deja huellas.
Un buen guardián no necesita rejas ni cerrojos, y, sin embargo, es imposible abrir lo que él cerró
El hombre bueno no se considera maestro de los hombres, sino que les enseña; y el hombre que no es bueno estima como buenas las riquezas que de los hombres obtiene.
Amar profundamente a alguien nos da fuerza. Sentirse amado profundamente por alguien nos da valor.
Si deseas obtener mérito y hacerte uno con lo divino, desarrolla entonces tu virtud y extiéndela Hacia el mundo. Abandona teologías fantasiosas e ideas imaginarias y realiza algún trabajo cotidiano ordinario como la curación.
El Sabio no tiene intereses propios, hace suyos los intereses del pueblo.
Darse cuenta de que nuestro conocimiento es ignorancia, es una noble comprensión interna. Considerar nuestra ignorancia como conocimiento es enfermedad mental. Sólo cuando nos cansamos de nuestra enfermedad, dejamos de estar enfermos. El sabio no está enfermo, por estar cansado de la enfermedad. Este es el secreto de la salud.
Alcanzar unión con el Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca pasa.
El soberano que se sirve de la razón para gobernar a los hombres no recurre al empleo de las armas contra sus súbditos.
Cuando sobre la tierra todos reconocen la belleza como belleza, así queda constituida la fealdad.