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En el momento en que comienzas a tener dudas, el suelo bajo tus pies empieza a temblar.
Kōbō Abe
La dificultad de hacer creer a alguien, la decepción de no infundir confianza, y el amor topo-geométrico para tratar de inspirar confianza a pesar de todo... Sólo al alcanzar ese santuario, será posible atravesar esa puerta de duda que conduce a la verdad y avanzar más, ¿No cree? No he dado ninguna vuelta, se lo aseguro.
La soledad es un infierno para los que intentan salir de ella; es también una felicidad para los ermitaños que se esconden.
El sufrimiento y la cautividad residen en el hecho de que no se puede, en ningún momento, evadirse de sí mismo.
Mira, me interesa mucho tener un amigo marciano, pero el interés no siempre se asocia con la confianza. Hace falta hablar más a fondo para convertir el interés en confianza.
La derrota comienza con el temor de que uno ha perdido.
No tengo la más mínima esperanza de contar con usted para que me defienda. Sólo deseo que me comprenda y se coloque en mi lugar por si un día la injusticia del destino lo hiciera pasar por esto que yo ahora vivo. De todas maneras, sigo confiando en usted.
Una gran simpatía por los demás proviene de un alto grado de adhesión a sí mismo.
Tal vez yo también había sido demasiado cauteloso para actuar con naturalidad y no cometer errores que me comprometieran. El exceso de precauciones y dudas puede terminar siendo perjudicial.
Es que no importa el contenido de la acción. Al darse cuenta de que existen seres desconocidos, imposibles de distinguir, la gente empieza a desconfiar de todo, a cuestionarse, a delatarse, a calumniarse mutuamente, hasta convertir la sociedad en un nido de agentes secretos.
Dicen que lo mejor para ocultar una gran mentira es rodearla de numerosas mentiras pequeñas.
Es un perro peligroso el que no ladra.
Ya no me importa que usted sea amigo o enemigo, el único camino que me queda es dejar atrás esta trinchera inútil y enfrentarme al destino con todo mi coraje.
Me permito aclarar que no soy tan optimista como para creer que ya tengo un aliado, sólo porque usted sea un ser humano como yo quisiera que lo fuese. Me encuentro en una situación demasiado anormal para convencer a alguien de la veracidad de mi relato. Aunque usted sea un ser humano, dudo que reconozca una esencia humana en mí.
La belleza, para mí, reside en la capacidad de resistencia a la destrucción. El grado de dificultad que hay en reproducirla da la medida de la belleza.
Si la mujer que ha perdido la confianza en su marido es desdichada, más lo será el marido que ha sido despojado de esa confianza.
La libertad no consisite solamente en seguir la propia voluntad, sino también a veces en rehuirla.
Sí, quiero saber: ¿Todo esto será la consecuencia de una fábula sometida por la realidad o de la realidad rendida por una fábula? Me gustaría preguntárselo a usted, que está situado fuera de este tribunal. El lugar donde se encuentra, ¿Pertenece a la realidad o a la fábula?
Una fisonomía si no es una puerta secreta, es al menos un vestíbulo de entrada. Se la construye y decora para los ojos de los visitantes.
El trabajo parecía algo fundamental para el hombre, algo que le permitía soportar el vuelo sin rumbo de tiempo.
La realidad no necesariamente coincide con las apariencias.
Bueno, para quienes confían, la espera siempre es efímera, aun cuando dure cincuenta, cien años...
La duda conduce a la verdad.
La única arma pacífica de un vendedor ordinario es la adulación.
Todo el mundo quiere juzgar a los otros de manera subjetiva. Ese método tan simple de aplicar criterios ajenos para calificar a la gente está en desuso, es como un libro enmohecido.
El carácter de los retratos ha cambiado con el tiempo. La armonía clásica entre la cara y el corazón fue reemplazada poco a poco por la expresión discordante de la individualidad.