Imágenes
En la flor de loto cambia el rocío del mundo.
Kobayashi Issa
Me voy de la casa junto al ruiseñor ¡Cuídala caracol!
Remordimiento: los campesinos cantan mientras yo duermo.
Puesta del sol. La rana también llora.
Abriéndose paso entre la multitud, una amapola en su mano.
Mientras nos mudamos de una cuna a un ataúd... ¡Cuánta palabrería inútil!
El frío ¿De dónde viene? Oh espantapájaros.
Con alegre canto el ruiseñor llama a sus paternos.
El mundo es rocío puede ser de rocío y sin embargo...
Pájaro preso, en tus ojos la envidia de los insectos.
Tampoco yo he encontrado un hogar. Tarde de otoño.
Ocurre en los humanos y también con los espantapájaros no son derechos.
Retoma fuerza en la manga la luciérnaga que huye.
Pobre. La más pobre de las regiones ¡Pero sientan este frescor!
Luna llena mi aldea deteriorada es como usted la ve.
Cuando florece el ciruelo yo esparzo sardinas en la tumba de mi gato.
No quiero continuar en este mísero mundo. Y se descuelga la gota de rocío.
De noche bajo la luna torso desnudo el caracol.
El humo dibuja en este momento el primer cielo del año.
En cada perla de rocío tiembla mi región natal.
No lloréis, bichos, que hasta los astros sufren desengaños.
El gatito que pesamos en la balanza continúa con sus juegos.
De los arces de otoño me acerco y la soledad me invade.
Canto de insectos. Un hoyo en la muralla ayer desapercibido.
Viva inquieta pulga. Por mi mano transfórmate en Buda.
Ven gorrión que has perdido a tus padres, juega conmigo.
Un poco fastidiosas, las flores para abrirse. ¡El buda dormido!
Mariposa que revoloteas. Como tú siento que soy una criatura de polvo.
Una puerta de ramajes y como cerradura un caracol.
Frente al espantapájaros a edad avanzada tengo vergüenza de mí.
Habiendo cambiado de ropa me siento pero muy solo.
Un ser humano una mosca en la gran sala.
El rocío se dispersa. Hoy una vez más sembraré granos de infierno!
Cansadamente sueña el viejo pino todavía no es Buda.
¡Porque así debe ser! Estrenémonos a morir a la sombra de las flores.
Lo siento por las pulgas de la cabaña ¡Van a adelgazar muy pronto!
De los orificios de la nariz del Buda. Surge una golondrina.
Si no fuera por Buda. No tendría luz el roció en la hierba.
Un punto en el día la alondra canta al fondo de la lluvia.
En la lluvia primaveral, una hermosa doncella da un gran bostezo.