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Después de todo no somos ni mas ni menos que aquello que elegimos revelar.
Kevin Spacey
Las palabras importan mucho, debería tener más cuidado con ellas.
Bueno discutir puede que no sea la palabra, ellos hablan mientras yo en silencio imagino sus caras ligeramente saladas friéndose en un sartén.
Es genial comprobar que todavía tienes la capacidad de sorprenderte a ti mismo.
Es degradante, lo sé, pero cuando el premio es tan grande todo el mundo se apunta.
Vemos pecados en todas partes, vemos pecados en las calles y en las casa, y los toleramos. Pues yo digo: ¡ya no más!
Ten cuidado con lo que que deseas, no por conseguirlo, sino porque estás condenado a no quererlo en cuanto lo consigas.
Yo no creo en Dios, y sin embargo le temo.
Los ascensos hay que ganárselos.
El amor de la familia, la mayoría de los políticos viven encadenados a ese eslogan, valoresfamiliares, pero ¿y cuando te acurrucas con putas y yo me entero? Te haré pagar por esa hipocresía.
La proximidad al poder hace pensar a algunos que pueden ejercerlo.
Es Dios quien no tiene fe en nosotros.
La mejor forma de sofocar una chispa de duda es un aluvión de verdades.
Mi trabajo consiste básicamente en ocultar mi desprecio por los cerdos de dirección, y al menos una vez al día meterme en el lavabo y cascármela, mientras sueño con vivir una vida que no se parezca tanto al infierno.
Un hombre no puede dejar de ser lo que es.
Resulta muy refrescante trabajar con alguien dispuesto a montar al caballo antes de mirarle el diente.
Me llamo Lester Burnham. Este es mi barrio. Esta es mi calle. Esta es mi vida. Tengo 42 años. En menos de un año habré muerto. Claro que eso no lo sé aún. Y en cierto modo, ya estoy muerto. Aquí me tienen, cascándomela en la ducha. Para mí el mejor momento del día. A partir de aquí, todo va a peor.
La naturaleza de las promesas es que permanecen inmunes a los cambios según las circunstancias.
No hay consuelo arriba ni abajo. Solo nosotros. Pequeños, solitarios, esforzándonos, luchando unos contra otros. Yo me rezo a mí mismo y por mí.
No debería trabajar en un lugar del que no este dispuesta a ser despedida, mantenerse a flote es lo mismo que ahogarse para gente como usted y como yo.
No inicies una guerra que sabes que vas a perder.
Cualquier político que reciba 70 millones de votos se ha metido en algo más grande que si mismo.
Todo lo que está determinado a pasar, pasa... tarde o temprano.
La generosidad también es una forma de poder.
Dar y tomar. Bienvenidos a Washington.
Lo que hay que entender sobre mi gente es que son personas nobles, la humildad es su forma de entender el orgullo, es su punto fuerte y su debilidad, si consigues parecer humilde delante de ellos, harán cualquier cosa que les pidas.
La mejor treta que pudo idearse el Diablo fue la de hacerle creer al mundo que no existía.
Los amigos son los peores enemigos.
Sólo toma 10 segundos aplastar las ambiciones de un hombre.
Si quieres que la gente te escuche, no puedes limitarte a darles una palmadita en el hombro, hay que usar un mazo de hierro, sólo entonces se consigue una atención absoluta.
Yo crecí aquí en el campo, biblias, barbacoas y espaldas dobladas. Todo se vuelve un poquito más denso en el sur, el aire, la misma sangre, incluso yo. Intento venir aquí por lo menos una vez al mes, cada viaje me recuerda lo lejos que he llegado.
El poder es como las propiedades, importa la localización, la localización, la localización, cuanto más cerca estés de la fuente más valdrá tu propiedad, dentro de varios siglos cuando la gente vea este vídeo ¿A quien verán sonriendo en el extremo de la pantalla?
Hay 2 clases de dolor, el dolor que te hace fuerte y el dolor inútil, ese dolor que solo provoca sufrimiento. No tengo paciencia con las cosas inútiles.
Pasea la vista por el mundo que te rodea y cambia lo que no te guste.
Podría seguir enojado por todo lo que me pasó, pero es duro estar enojado cuando hay tanta belleza en el mundo.
Amigo, la verdad, igual que el arte, está en el ojo del que la mira. Tú cree lo que quieras, y yo creeré lo que sé
Es un Pontiac Firebird del 78. El coche que siempre he querido, y ahora lo tengo... ¡Soy cojonudo!