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El orgullo excesivo es un pecado corriente, pero que un hombre puede, con la misma facilidad, frustrar la voluntad de Dios por una excesiva humildad.
Ken Follett
El anarquismo es la creencia de que nadie está legitimado para gobernar. Todas las filosofías políticas, desde el derecho divino de los reyes hasta el contrato social de Rousseau, intentan justificar la autoridad. Los anarquistas creen que todas esas teorías fallan, y que por tanto ninguna forma de autoridad es legítima.
Sin embargo persistía la idea de la catedral, y entre historia e historia de espías solía acudir a alguna de las soñolientas catedrales de las ciudades de Inglaterra, y me pasaba un par de días deambulando por la iglesia, intentando descifrar los secretos grabados en sus piedras. Una catedral rebosa de historias si uno sabe dónde buscar.
Se preguntó por qué aquellos que querían destruir todo lo bueno de su país eran precisamente los que más prisa se daban en enarbolar la bandera nacional.
Allí, oculta a los ojos extraños, han despejado la soleada falda de un monte, de cara al mediodía, y en ella crecen vides dispuestas en ordenadas hileras. Al recordar la belleza de aquel lugar se le parte el corazón. Hombres, mujeres y niños se desplazan lentamente por el viñedo, con los cinco sentidos puestos en el cuidado de las cepas.
Si todo resultara fácil el hombre no necesitaría la guía de Dios.
Te amo como un torbellino, como un león, como una furia irreprimible.
Si debes cien dólares, el banco te tiene en su poder; pero si debes un millón, eres tú quien tienes en tu poder al banco.
La proporción es la clave de la belleza.
El médico apoyó las manos en sus sienes y tanteó suavemente con los dedos. - ¿Se siente confusa? -El amor y el matrimonio me confunden, pero no es por eso por lo que me duele la cabeza.
En España no había gran cosa para comer. - Voy a prepararte algo. - No hay prisa. Llevo doce meses pasando hambre; podré resistirlo unos minutos más. Pero te diré qué me apetece mucho. - ¿Qué? ¡Pide lo que sea! - Me encantaría que me prepararas una buena taza de té.
Así eran los científicos, lo sabía desde Harvard: para ellos, la teoría era la realidad y el mundo, un modelo bastante impreciso.
- ¿Cómo sabes que es joven? -Las personas de edad tienden a emplear mayúsculas en frases como gobernador del estado y a separar con un guión voces formadas por dos palabras como medioambientales. Además, el empleo del ordenador y de Internet sugiere alguien joven e instruido.
¿Por qué la gente habría de crear dificultades cuando ya había tantas en el mundo?
Cualquier imbécil puede tomar parte en una pelea, pero el hombre prudente sabe mantenerse lejos de ellas.
Tienes que ir siempre un paso por delante de los demás. Así es como se avanza en la vida.
Se aferró a ese jirón de esperanza. Sabía que le amaba. Eso no había cambiado. La misma noche anterior había hecho el amor de forma frenética, como alguien que saciara una sed terrible. Y después de que él quedara satisfecho había rodado encima de él, besándole con avidez, jadeando entre su barba mientras gozaba una y otra vez, hasta quedar tan exhausta de placer que no pudo seguir.
Leó Szilárd era un idealista que había imaginado que la energía nuclear liberaría a la humanidad del trabajo.
Grigori y sus hombres luchaban con ahínco cuando las órdenes tenían alguna lógica. De lo contrario, consagraban sus energías a permanecer fuera de la línea de fuego. Grigori había llegado a dominar esa táctica, y de este modo se había granjeado la lealtad de su pelotón.
Dondequiera que tú vayas, iré yo, y dondequiera que vivas, viviré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios, mi Dios; donde tú mueras. -Se detuvo, incapaz de hablar por el nudo que le cerraba la garganta; después, tras un momento, tragó saliva y continuó-: Donde tú mueras, moriré yo, y allí seré enterrada.