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La producción capitalista no es símplemente la producción de mercancías: es esencialmente la producción de plusvalía.
Karl Marx
El proletario se convierte en un simple apéndice de la máquina.
La burguesía prepara crisis más extensas y más violentas y reduce los medios para prevenirlas.
La peor lucha es la que no se hace.
Los seres superiores creados por la fantasía religiosa no son más que el reflejo fantástico de nuestra propia esencia.
Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.
El valor de una comunidad representa su trabajo acumulado.
La religión es el reconocimiento del hombre mediante un rodeo, a través de un mediador.
Los hombres contraen determinadas relaciones de producción que corresponden a una determinada fase de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.
Toda crítica comienza por la crítica a la religión.
La familia burguesa se basa en el capital, en el lucro privado.
Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.
Que tiemblen las clases dominantes ante la Revolución Comunista. Los proletarios nada tienen que perder sino sus cadenas, y tienen un mundo a ganar. ¡Proletarios de todos los países, uníos!.
La alienación religiosa es una alienación de segundo grado. Expresa en forma de teoría justificativa lo absurdo que la hace nacer. La alienación religiosa tiene su origen en la alienación económica y no podrá superarse mientras no se supere ésta.
Los proletarios tienen que destruir la propiedad privada.
La clase dominante pretende mantener las relaciones productivas tal y como existen en la sociedad, mientras que el interés de la clase ascendente es destruirlas.
El peuperismo es el hospital del ejército del trabajo.
El poder estatal moderno no es otra cosa que un comité que administra los negocios comunes de la clase burguesa, globalmente considerada.
Y la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte, sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos hombres son los obreros, los proletarios.
Las ideas dominantes de una época siempre fueron sólo las ideas de una clase dominante.
La religión aporta satisfacciones imaginarias o fantásticas que desvían cualquier esfuerzo racional por encontrar satisfacciones reales.
La religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo.
El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.
En las etapas precapitalistas de la sociedad, el comercio gobierna a la industria. En la sociedad moderna ocurre al contrario.
La miseria religiosa es, por una parte, la expresión de la miseria real y, por otra, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la criatura agobiada, el estado alma de un mundo desalmado, porque es el espíritu de los estados de alma carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo.
Utilizado como instrumento por todos los partidos, no tiene nada de raro que el ejército español tomara por algún tiempo el poder en sus propias manos.
La religión es el opio del pueblo.
Igual que en la religión el hombre es dominado por el producto de su propia cabeza, en la producción capitalista lo es por el producto de su propia mano.
Cada uno según su capacidad, a cada uno según sus necesidades.
La historia de todas las sociedades anteriores a la nuestra es la historia de luchas de clases.
El proletariado, la clase de los obrerosmodernos, que solo viven mientras encuentran trabajo y que solo lo encuentran mientras su trabajo incrementa el capital.
Hasta este momento los filósofos se han dedicado a interpretar el mundo: ahora, sin embargo, se trata de cambiarlo.
Todo lo sólido se desvanece en el aire.
El progreso social puede ser medido por la posición social del sexo femenino.
El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía.
Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la educación con la producción material, etc.
Trabajadores del mundo, uníos, no tenéis nada que perder excepto vuestras cadenas.
El obreromoderno, por el contrario, lejos de elevarse con el progreso de la industria, se hunde cada vez más por debajo de las condiciones de su propia clase. El obrero se convierte en indigente y la indigencia crece más rápidamente todavía que la población y la riqueza.
El cristianismo... Imparte a los hombres una doble vida y ofrece los goces imaginarios del cielo como un solaz para las miserias reales de esta vida.
Nadie combate la libertad; a lo más combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.