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El enemigo principal de cada uno de los pueblos está en su propio país.
Karl Liebknecht
El enemigo principal está en casa.
Proletarios de todos los países ¡Únanse a la lucha de clases internacional contra la conspiración de la diplomacia secreta, contra el imperialismo, contra la guerra, por la paz, en el espíritu del socialismo!
Los enemigos del pueblo están contando con el olvido de las masas... nosotros combatimos esto con el siguiente recurso: ¡Averigüen todo, no se olviden de nada! ¡No perdonen nada!
¡Vivan los obreros, soldados y campesinos rusos! ¡Viva la revolución del proletariado francés, inglés, norteamericano! ¡Viva la liberación de los trabajadores de todos los países del abismo infernal de la guerra, la explotación y la esclavitud!
Cuanto mejor es el orador, peor es el hombre.
No se dirá que el movimiento de liberación ruso será aplastado por el pueblo alemán, que posee la más grande y la más fuerte organización del proletariado internacional.
Seríamos pobres tipos, dignos de irnos al diablo, si no tratáramos de que toda tentativa en Alemania de golpear en el lomo a la revolución rusa termine en una derrota completa de la reacción germano-prusiana.
El pueblo alemán también ha adquirido una percepción de las causas y objetivos de la guerra mundial, sobre quién es directamente responsable de su estallido.
Alemania, la cómplice del zarismo, el modelo de la reacción hasta este mismo día, no tiene ninguna autoridad para erguirse en liberadora de los pueblos. La liberación tanto del pueblo ruso como alemán debe ser obra de sus propias manos.
Sólo una paz basada sobre la solidaridad internacional de la clase obrera y sobre la libertad de todos los pueblos puede ser una paz duradera.
La Revolución Rusa fue hasta un grado sin precedentes la causa de que el proletariado mundial se volviera más revolucionario.
La canonización inmisericorde de la regla de las cuatro verdades: semiabsolutismo, gobierno de los nobles, militarismo, y despotismo policial se erigieron como la amarga verdad.
¿Cuál es ahora nuestra actitud con respecto a la revolución rusa, en un momento en que la contrarrevolución se libra a orgías de crueldad y de bajeza tales como la historia nunca ha conocido?
Los pájaros del mismo plumaje siempre vuelan juntos.
El fracaso de la República Socialista Rusa será la derrota del proletariado del mundo entero.
La República Socialista de Obreros, Campesinos y Soldados fue creada a pesar de las falsedades, los odios y las calumnias. Esta república representa la base más grande para ese orden socialista universal, cuya creación es en los tiempos presentes la tarea histórica del proletariado internacional.
La ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú y yo.
Debemos destacar unánimemente que ningún sacrificio nos parecerá demasiado pesado a favor de nuestros amigos rusos.
Amigos, camaradas, hermanos ¡levántense contra vuestros dominadores!
Hemos visto como, cuando la guerra estalló, las masas fueron sometidas a los objetivos capitalistas de la guerra, con embaucadoras melodías de las clases dominantes.
Más vale ser colgados por los verdugos del zarismo y sus auxiliares que ser los auxiliares de los verdugos del zarismo.
Esta guerra, deseada por ninguno de los pueblos involucrados, no ha estallado para favorecer el bienestar del pueblo alemán ni de ningún otro. Es una guerra imperialista, una guerra por el reparto de importantes territorios de explotación para capitalistas y financieros.
No debemos permitir que nuestros innobles enemigos utilicen ningún medio para sus propósitos.
La guerra es un esfuerzo bonapartista por desorganizar y escindir el creciente movimiento de la clase trabajadora.
Los locos desvaríos sobre las sagradas armas de la guerra han perdido cada vez más su ímpetu, el entusiasmo por la guerra se ha debilitado, el deseo de una pronta paz ha crecido poderosamente por todas partes.