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Falta de tradición, poca capacidad introspectiva, conciencia inmadura de la propia persona, menosprecio de un tipo de obra cuya repercusión es generalmente póstuma y, en último término, ¿por qué no? Concepción machista de la literatura, que hace considerar la redacción de un diario como cosa de señoritas.
Julio Ramón Ribeyro
En el fondo de los ojos de las personas extremadamente bellas hay siempre un remanente de imbecibilidad.
En la salud lo que me conduciría a la muerte y en la enfermedad lo que me mantiene vivo.
Cada escritor tiene la cara de su obra.
Una persona sin amigos corre el riesgo de no llegar jamás a conocerse.
Entrar en una discusión es admitir por anticipado que tu contrincante puede tener la razón.
Una casa: ya sé que se deja, se destruye, se pierde, se vende, se abandona. Pero al niño hay que dársela porque no olvidará nada de ella, nada será desperdiciado, su memoria conservará el color de sus muros, el aire de sus ventanas, las manchas del cielo raso y hasta la figura escondida en las venas del mármol de la chimenea. Todo para él será atesoramiento.
Empieza a sobrarme un poco de pasdo. Ya no sé dónde meterlo ni qué hacer con el. Eso quiere decir que me estoy volviendo viejo.
Se sueña solo en primera persona y en presente indicativo. A pesar de ello el soñador rara vez se ve en sus sueños. Es que no se puede ser mirada y al mismo tiempo objeto de mirada.
En cada lector futuro, el escritor renace.
Pienso a menudo que así como la literatura de algún autor es la hechura de su propia vida, así también la vida de un autor es lo que uno escribe.
Lo que seremos está allí, en su configuración y sus objetos. Nada en el mundo abierto y andarín podrá reemplazar al espacio cerrado de nuestra infancia, donde algo ocurrió que nos hizo diferentes y que aún perdura y que podemos rescatar cuando recordamos aquel lugar de nuestra casa.
Los amigos desarrollan en nosotros nuestras virtudes potenciales. Cada amigo crea en nosotros una zona de contacto, un campo propicio al desarrollo de un determinado tipo de amistad. Es por ello que podemos tener dos amigos íntimos que no lleguen jamás a comprenderse entre sí. Perder un amigo significa muchas veces neutralizar un sector de nuestra personalidad.
Ya te darás cuenta que la paz solo consiste en cambiar la guerra de lugar.
No concibo mi vida más que como un encadenamiento de muertes sucesivas. Arrastro tras de mí los cadáveres de todas mis ilustraciones, de todas mis vocaciones perdidas.
Es necesario dotar a todo niño de una casa. Un lugar que, aún perdido, pueda más tarde servirle de refugio y recorrer con la imaginación buscando su alcoba, sus juegos, sus fantasmas.
Ser el eterno forastero, el eterno aprendiz, el eterno postulante: he allí una forma para ser feliz.
Nada me impresiona más que los hombres que lloran. Nuestra cobardía nos ha hecho considerar el llanto como cosa de mujercitas. Cuando solo lloran los valientes: por ejemplo, los héroes de Homero.
Una cualidad que te envidiamos es haber logrado siempre evitar las discusiones - le dicen a Luder. No veo por qué -responde-, entrar en una discusión es admitir por anticipado que tu contrincante puede tener la razón.
Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla cuando a ti ya se te ha olvidado la letra.
Un amigo irrumpe en su casa para anunciarle que ya se firmo el armisticio. - ¡Bah!- comenta Luder. Ya te darás cuenta que la paz solo consiste en cambiar la guerra de lugar.
La vida no podía ser esa cosa que se nos imponía y que uno asumía como un arriendo, sin protestar. Pero ¿qué podía ser?... Debía haber una contraseña, algo que permitiera quebrar la barrera de la rutina y la indolencia y acceder al fin al conocimiento, a la verdadera realidad.
¿Por qué escribo? Para crear, sin otro recurso que las palabras, algo que sea bello y duradero.
El gran error de la naturaleza humana es adaptarse. La verdadera felicidad está construida por un perpetuo estado de iniciación, de entusiasmo constante.
Quién sabe, sin embargo, si esto será lo mejor. Por lo menos cada uno sería feliz -lo creo al menos- y ésta es ya una razón suficiente.