Imágenes
La vida parte siempre de un subsuelo de creencias en que está normalmente sin saberlo.
Julián Marías
De la renuncia de los intelectuales a tratar pulcra y rigurosamente las cuestiones delicadas viene el que las manoseen y palpen toscamente otros dedos torpes, utilitarios, apresurados, violentos o aviesos.
Con demasiada frecuencia algunos hombres sacrifican el ser al ser distintos.
La seriedad debe reservarse para los asuntos que lo merecen; para la vida cotidiana y corriente es mejor volver los ojos a la jovialidad, la forma más fácil y accesible de algo tan importante como la alegría.
Lo más grave que ha sucedido en el siglo XX es la aceptación social del aborto provocado.
Las presiones que al Estado de los Austrias o de los Borbones han ejercido sobre España en general y sobre Cataluña en particular durante los siglos XVI al XVIII no han sido lingüísticas. Ni importaba el uso de una u otra lengua, ni se cohibía, ni el Estado tenía medios ni voluntad de ejercer actividades que tuvieran relación con las publicaciones, ni con la enseñanza de la lengua.
En la medida en que se ama, se necesita seguir viviendo o volver a vivir después de la muerte, para seguir amando.
Dime quién trata de imponerse verbalmente y te diré quién carece de razón.
España fue devuelta a los españoles hacia 1976. Nos hemos encontrado con que el pueblo español estaba vivo, activo, en disponibilidad: ni enfermo ni envilecido ni lleno de odio. Esto ha sido posible porque no ha faltado la levadura o, si se prefiere otra imagen, la sal de la tierra, que ha evitado la corrupción. Y esta sal histórica es una combinación de verdad y libertad.
Vivir es hacer recuento de lo vivido.
Es el individuo, y no el Estado, el que crea.
Las doctrinas falsas suelen buscar la imposición, las verdaderas prefieren justificarse.
No se debe intentar contentar a los que no se van a contentar.
Las decadencias consisten siempre en una cesión, una dimisión, un abandono. Representan una crisis de la vitalidad.
La ignorancia de la historia es algo sumamente peligroso; casi todo el mundo ignora lo que de verdad ha pasado...
El mal humor es enemigo de la perspicacia.
Lo que más me inquieta es que en España todos se preguntan: ¿qué va a pasar? Casi nadie se pregunta: ¿qué vamos a hacer?
Los intelectuales importan un bledo.
De lo que no se trata es de partir del doble supuesto de que la libertad es, a la vez excelente y posible, lamentar su falta en algunos países y desear que exista por igual en todos.
Hemos padecido el Estado como aparato ortopédico.
Los que se enzarzan en una competencia de agresividad pierden su razón y, lo que es más evidente, su fuerza. El que está seguro de algo no tiene que levantar la voz ni exaltarse.
El estilo de la Edad Moderna es en muy alta proporción una creación española.
Castilla se hizo España.
El amor es lo que da su sentido más profundo a la inmortalidad.
Se subrayan algunos hechos o tendencias secesionistas en España, por ejemplo, durante el siglo XVII, sin advertir que en otras naciones ni siquiera podían producirse, porque no se había llegado a la unificación, es decir, que sus elementos integrantes estaban en estado de secesión o división.
Es muy grave el olvido de la historia o su deformación, porque la realidad siempre se venga del que no cuenta con ella.
Lo irreal, lo imaginado y deseado, resulta inesperadamente el factor capital de la realidad humana, y por tanto de la Historia.
Siempre me ha indignado que se crea que tres números pueden expresar la belleza de una mujer, lo que ha costado tantos endecasílabos a los poetas.
España es un país formidable, con una historia maravillosa de creación, de innovación, de continuidad de proyecto... Es el país más inteligible de Europa, pero lo que pasa es que la gente se empeña en no entenderlo.