Imágenes
En el marco evolutivo del pensamiento, no hay ni necesidad ni lugar para lo sobrenatural. La tierra no fue creada, sino que evolucionó. Lo mismo hicieron todos los animales y plantas que habitan en ella, incluyendo nosotros mismos los humanos, la mente y el alma, así como el cerebro y el cuerpo. También lo hizo la religión.
Julian Huxley
Algún día nadie tendrá que trabajar más de dos días a la semana... El ser humano puede consumir cierta cantidad pero no más. Cuando lleguemos al punto en que el mundo produzca todos los bienes que necesita en dos días, como inevitablemente ocurrirá, tendremos que reducir nuestra producción de bienes y centrar nuestra atención en el gran problema de qué hacer con nuestro nuevo ocio.
Esta tierra es uno de los raros lugares del cosmos donde la mente ha florecido. El hombre es un producto de casi tres mil millones de años de evolución, en cuya persona el proceso evolutivo por fin ha tomado conciencia de sí mismo y de sus posibilidades. Le guste o no, él es el responsable de toda la evolución ulterior de nuestro planeta.
En cierta forma, la religión es una función universal del hombre en la sociedad, el órgano para tratar sobre los problemas del destino.
El darwinismo eliminó por completo del campo de la dialéctica la idea de un Dios creador de vida orgánica.
Todos sabemos cómo el tamaño de las sumas de dinero parece variar de manera notable a medida que se nos paga o pagamos.
En términos operativos, Dios está empezando a parecerse no a un gobernante, sino a la última sonrisa evanescente de un gato de Cheshire cósmico.
Tarde o temprano, el pensamiento equivocado lleva a la mala conducta.
La evolución de la vida ya no es una teoría. Es un hecho.
El gran descubrimiento de Darwin, el principio universal de la selección natural, está firme y definitivamente establecido como la única vía de cambios evolutivos importantes.