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¡Júzgame después de conocerme! Pero hazlo tú, con tu propio criterio. Permíteme decepcionarte directamente.
Julia Navarro
Sir Paul es un hombre inteligente capaz de ver la realidad y en no empecinarse en cómo le gustaría que fueran las cosas.
A veces se conoce más a un hombre al que has tratado una hora que a alguien a quien ves todos los días.
Hay personas que se pelean por todo.
Pero no puedo lamentarme por lo que hice en el pasado porque no tengo poder para cambiarlo, pero sí para ser dueña de mi futuro.
Quererte resulta una aventura complicada, pero no puedo cambiar mis sentimientos hacia ti. Desde el primer momento supe que no sería fácil nuestra relación, y te confieso que siempre he temido perderte. Eres tan impredecible.
¿Sabes?, hacer el bien a los demás sobre todo le hace bien a uno mismo.
¿Dónde está escrito que tenga que ser infeliz?
Hasta para no creer en Dios se tiene una idea de Dios.
Prefiero el silencio a que me mientas.
A Dios se le honra con el corazón.
Soy un hombre perdido en su propia historia.
Católicos somos todos nosotros, y de lo que te enseñan de pequeño algo queda. Pero tener fe es otra cosa.
Los sueños de la juventud se estrellan contra la realidad de la vida cotidiana.
La realidad no es más que el reflejo de las acciones de los hombres, de manera que la realidad se puede cambiar.
Si alguien debe saber algo de mí, seré yo quien se lo diga. Tenlo en cuenta para la próxima vez.
Cuanto antes nos enfrentemos al problema antes lo resolveremos, y sólo puede empezarse a resolver con una conversación.
Patriotas de sus propios intereses y a los que nada importa la degradación moral.
Los hombres nos olvidamos de que somos una mota de su aliento y tendemos a creernos que no lo necesitamos, pero otras veces le reprocharemos que no esté para ayudarnos cuando lo necesitamos.
La religión no es más que superstición. Los hombres libres serán hombres cultos, no importa que sean campesinos o artesanos, y desterrarán de sus vidas los viejos ritos y las leyendas de la Biblia. Aprenderán a pensar y a honrar a la razón.
Un comunista no piensa en sus deseos personales sino en lo que conviene a la revolución.
Son los ingleses los que deberían aprender nuestras lenguas -respondió Miriam. - Jamás se molestarán en hacerlo. - Por eso nunca llegarán a conocer el alma de los pueblos a los que quieren dominar.
Uno de los problemas de los seres humanos, de todos sin excepción, es la desconfianza hacia quien es diferente. No les entendemos y nos sentimos incómodos, con miedo.
Diré siempre en voz alta lo que pienso y lo defenderé sin que me importen las consecuencias, aunque eso suponga quedarme solo. Lo que nunca haré será engañarme ni engañar a los demás.
Si quiere saber qué pienso, se lo resumiré: aborrezco todos los "ismos": comunismo, socialismo, nacionalismo, fascismo. En definitiva, todo lo que lleva el germen del totalitarismo.
Planificar la cultura. ¡Están locos! Como si fuera posible planificar el talento, la inspiración, la imaginación.
Ésta es mi patria, Samuel, yo nací aquí y no siento que sea más mía que de nadie.
Lo vivido vivido está, no hay marcha atrás. No seas de esas personas que se complacen en lamentarse por el pasado. Debes mirar hacia el futuro y procurar disfrutar del presente cuanto puedas.
Torturar y asesinar en nombre del pueblo es una práctica común. Si a uno le declaran enemigo de la revolución, a partir de ese momento se merece cuanto le pueda suceder.
Es curioso, se olvidan de que Cristo era judío y de que no quiso ser otra cosa que judío por más que su mensaje fuera universal.
Te estoy diciendo que los hombres como tú sólo traéis desgracias. En cuanto a lo que me preguntas, te responderé que a mí me enseñaron a no juzgar a los hombres por dónde han nacido ni por el Dios al que rezan ni por lo que saben. Les juzgo por lo que llevan en el corazón, y no me gusta lo que hay en el tuyo.
La verdad hace daño, pero la prefiero a la mentira.
Cuando un hombre se vende deja de ser él mismo.
pocas veces los hijos somos capaces de decirles a nuestros padres cuánto les queremos, y es que ni nosotros mismos lo sabemos. Sólo cuando quedamos huérfanos nos damos cuenta de ese amor que guardábamos.
Sin raíces no somos nada, es como si no tuviéramos los pies firmes sobre la tierra. Debe de ser terrible no saber quién es uno, y claro, eso sólo podemos saberlo si conocemos la historia de nuestros mayores.
Es posible la convivencia desde el respeto, el respeto a la diferencia.
No prometimos volver a vernos porque a nuestra edad ya no se hacen planes para mañana.
No, no te preguntes por qué a la tía Sara la persiguen los nazis alemanes, qué han hecho tus abuelos o qué has hecho tú para que te odien. Sólo preguntártelo es una monstruosidad.
Las cosas desagradables para hablarlas a la luz del día, siempre es mejor que hacerlo por la noche. En la noche sólo hay oscuridad.
Procuro no contar con el destino a la hora de hacer planes.
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