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Ustedes creen que yo debo querer a mi suegra porque solo nos visita dos veces al año... pero no es así ya que lo hace por periodos de 6 meses...
Juan Verdaguer
No hace mucho tiempo estuvimos reunidos festejando el 101 de mi abuelo, que ya es algo que festejar. 101 años. Ahí nos reunimos todos los hermanos, primos, tíos, parientes, una fiesta lindísima. Fue una pena que él no estuviera ahí con nosotros... él murió cuando tenía treinta y siete...
Todos los años la cigüeña venía con un hermanito más, bueno, la cigüeña ya no venía, vivía con nosotros. Cómo sería, que cuando papá llegaba a casa del trabajo, tenía miedo de preguntar ¿qué hay de nuevo?
Tengo tantos chistes para contarles que me siento como aquel sultán, que cuando cumplió veinte años le regalaron cincuenta hermosas muchachas, es decir, sé lo que tengo que hacer pero no sé por dónde empezar.
Mi hijo mayor tiene 62 años, en cualquier momento me pasa.
Falleció un día lunes... que manera más estúpida de empezar la semana...
Cuando muera, quiero que me incineren y le arrojen en la cara el 50% de mis cenizas a mi representante.
La vez pasada me recomendaron un doctor muy bueno. No como esos doctores que lo tratan a uno del hígado y uno se muere del corazón. Éste lo trata a uno del corazón, y uno se muere del corazón.
Falleció un humorista amigo en la mayor indigencia y entonces con otros colegas decidimos hacer una colecta para enterrarlo. Me dirigí a un señor y le pedí 10 pesos para enterrar a un humorista, el hombre me dio 30 y me dijo: Tome, entierre tres.
Le pregunte a mi mujer adónde quería ir para nuestro aniversario. Ella me dijo: A algún lugar en el que no haya estado hace mucho tiempo. Así que le sugerí la cocina.
Asaltan a un hombre y lo dejan completamente desnudo, eso es comicidad. En cambio, si lo dejan en camiseta y calzoncillos, es humorismo. Yo hago humorismo, porque prefiero que la gente se quede, por lo menos, en ropa interior.
No he discutido con ella en dieciocho meses. Es que no me gusta interrumpirla.
Siempre salgo con mi mujer de la mano. Es que si la suelto se va de compras.
Siempre llevo a mi mujer a todas partes. Lo malo es que ella siempre encuentra el camino de regreso.
Está probado que en USA un hombre es atropellado cada tres minutos. No me explico el aguante de ese hombre.
Mi esposa y yo tenemos el secreto para un matrimonio feliz: dos veces a la semana vamos a un restaurante y disfrutamos de una rica comida y un buen vino. Ella va los martes y yo, los viernes.
El otro día fui a un psiquiatra. Me pidió 1.000 pesos adelantados. Yo le dije: Doctor, es mi problema el que vengo a resolver, no el suyo.
Ayer me fui a tomar un café con leche al bar de aquí al lado. Le pregunté al mozo si la leche que tenían era pura, y me dijo que era pura como la mujer de mis sueños... Me tome un café... solo... y me vine a trabajar...
Cuando nos casamos mi mujer me trataba como un dios pagano, quemaba cosas para mi, quemaba el desayuno, quemaba el almuerzo, quemaba la cena...