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No hay propósito constante contra un constante deseo.
Juan Ruiz de Alarcón
Todos los vicios al fin, o dan gusto, o dan provecho; mas de, mentir ¿qué se saca, sino infamia y menosprecio?..
Al amigo pienso yo que han de pedirse las cosas graves y dificultosas, mas las ilícitas no.
El que jugó, jugará; que la inclinación al juego se aplaca, mas no se apaga.
Nunca mucho costó poco.
Tiempo, lugar y ventura muchos hay que lo han tenido; pero pocos han sabido gozar de la coyuntura.
El vestido pienso yo que ha de imitar nuestra hechura, porque, si nos desfigura, es disfraz, que ornato no.
¡Soltero soy, vive Dios!
Es la santaamistad, virtud divina que no dilata el premio de tenella.
Nunca conserva firmes amistades quien sólo atento va a sus pretensiones.
Sólo consiste en obrar como caballero, el serlo. ¿Quién dio principio a las casas nobles? Los ilustres hechos de sus primeros autores... honraron sus herederos... Luego en obrar mal o bien está el ser malo o ser bueno.
Que la boca mentirosa incurre en tan torpe mengua, que solamente en su lengua es la verdad sospechosa.
Quien la vida a riesgo pone donde no le va la vida, hace muy gran necedad.
Cualquier delito nace con tal fealdad y tal pena, que aquel mismo le condena a cuya instancia se hace.
¡Qué fácil de persuadir quien tiene amor suele ser! Y ¡qué fácil en creer el que no sabe mentir!
A quien lisonjas desea, sirve quien le lisonjea más que quien le desengaña.
Quien tiene enemigo y duerme, no se queje de sus males.
Es tirano fuero injusto.
El mal que quiere engañar con máscara de bien entra.
¿No ves que no tengo amor y me hiela el menor frío?
... En los pechos valerosos, bastantes por si a emprender los casos dificultosos, el alcanzar y vencer consiste en ser venturosos; mas en que un hombre perdone viéndose ya vencedor, a quien le quitó el honor, nada la fortuna pone; todo se debe al valor.
Siempre ha sido costumbre del mentiroso de su crédito dudoso jurar para ser creído.
En abriendo el pecho al vicio, el más pequeño resquicio da puerta franca al error.
A nadie injuria quien usa de su derecho.
Rige mejor el cetro la sombra de un varón que una mujer.
No son amor los celos, sino monas de amor.
Para hacer yo lo que debo sólo a lo que debo miro; ni a otros efectos aspiro, ni de otras causas me muevo.
La pobreza es tan medrosa, que aun para la cortesíafalta el ánimo.
No hay enemigo peor que el que trae rostro de amigo.
Cuando un hombre hace dejación de su egoísmo en bien de sus semejantes, siente una infinita alegría, recibe un infinito consuelo, cree que Dios lo corona de gloria y vive más amplia y dignamente.
Hoy vivo: esperanza es vana la de mañana, y no doy las certidumbres de hoy por las dudas de mañana.
En el tiempo dichoso vive dormido el valor.
A la esperanza pido engaños que alimenten mis deseos.
No se ocupen los varones en oficios que puedan las mujeres ejercer; que un barbón que ser pudiera soldado o labrador, no es bien que venda hilo y seda sentado en una tienda.
Más puede errando el amor que la razón acertando.
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