Imágenes
La guerra es ocupación más propia de bestias que de hombres.
Juan Luis Vives
Nada es fácil ni tan útil como escuchar mucho.
No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras.
La primera condición para la paz es la voluntad de lograrla.
La modestia en el hombre de talento es cosa honesta; en los grandes genios, hipocresía.
En verdad no hay en la naturaleza un conocimiento tan fácil y asequible que no pueda llenar todo el espacio de una vida.
No pienses que todos huelgan de oír lo que tú huelgas de decir.
Desterrada la justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad que está unida a ella y vive por ella.
Fatiga alguna vez el amor, mas nunca mata.
El que se hace amigo de un mal sujeto ha de esperar que esta amistad le reportará otras amistades peores.
Las guerras no deberían narrase de manera diferente que los latrocinios, esto es, breve y escuetamente, sin alabanza alguna, antes bien, detestándolas.
Nada hay más útil que aprender muchas cosas, ni más fácil que oírlas.
Si han de creer lo que dices, igualmente te creerán sin jurar que jurando, y si no han de creerte, cuanto más jures más se alejarán de ti.
No esperes que tu amigo venga a descubrirte su necesidad, ayúdale antes.
No es igual conocerse a sí mismo que juzgar de sí mismo.
Es propio del varón sabio, luego de haber dispuesto lo que está en su mano con toda la posible industria y diligencia, de mostrarse resignado con lo que se le diere la fortuna.
El corazón es lo primero que vive en la estructura del animal y lo último que muere. En él tiene su comienzo y su término la vida.
La ociosidad es padre y madre de todos los vicios.
El hombre perdona algunas veces el aborrecimiento, pero jamás el menosprecio.
Malo es que trabajen los hombres para morir ricos, no para vivir como tales hombres.
No hay cosa tan lejana de las letras como la codicia y preocupación por el dinero.
Jamás es nociva la reprensión aunque venga de tu enemigo.
Es la muerte la falta de instrumentos del alma por los cuales se prolonga la vida.
Si de los hombres esperamos el premio, nos quedaremos sin el divino, y las más veces también sin el humano.
¿Quién podrá quejarse de que tiene pocos oyentes si el Creador del género humano se conformó con doce hombres?
No hay mejor venganza de una injuria que olvidarla.
Propio de todo hombre es el errar. Pero de nadie, sino del necio, el mantenerse en el error.
¿Qué mayor desgracia le puede pasar a un hombre que tener una opinión equivocada?
Maravillosa libertad la de Dios, que paga con largueza, si se lo devolvemos, aquello mismo que Él nos ha regalado.
Es inútil toda polémica si no hay esperanza de que resulte provechosa.
¡Cuán grande riqueza es, aún entre los pobres, el ser hijo de un buen padre!
Salud es la disposición del cuerpo tal que el espíritu esté vigoroso.
La diligencia en escuchar es el más breve camino hacia la ciencia.
Un solo día bien vivido de acuerdo a sus reglas, de la filosofía, bebería anteponerse a toda la inmortalidad.
Nada más vergonzoso para nosotros que el hecho de que los ladrones y maleantes tengan entre si una convivencia más amistosa que los intelectuales.
Sepan los jóvenes que dado el gran número y variedad de pecados que por todas partes nos acechan, requiere más discreción y constancia evitar el mal, que mantenerse en el bien.
Muchos habrían podido llegar a la sabiduría si no se hubieran creído ya suficientemente sabios.
La memoria se acrecienta usando y aprovechándose de ella.
Desgraciado aquel que no halle quien le avise cuando es menester.
Sé lento en adquirir amistades, pero sé constante en retenerlas una vez admitidas.