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Véante mis ojos, pues eres lumbre de ellos, y sólo para ti quiero tenerlos.
Juan de la Cruz
El alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa.
El que no ama ya está muerto.
dejas de arrojarte al todo.
Descubre tu presencia, y máteme tu vista y hermosura; mira que la dolencia de amor, que no se cura sino con la presencia y la figura.
El alma que está enamorada de Dios es un alma gentil, humilde y paciente.
A la tarde te examinarán en el amor; aprende a amar como Dios quiere ser amado y deja tu condición.
En el ocaso de nuestra vida seremos juzgados en el amor.
Y cuando lo vengas del todo a tener,
Adviertan, pues, aquí los que son muy activos, que piensan ceñir al mundo con sus predicaciones y obras exteriores.
Porque, si quieres tener algo en todo,
Mira que no reina Dios sino en el alma pacífica y desinteresada.
El llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría, lo cual del uno y del otro tan ajeno ser solía.
Me parece que el secreto de la vida consiste simplemente en aceptarla tal cual es.
El estado de esta divina unión consiste en tener el alma según la voluntad con total transformación en la voluntad de Dios, de manera que no haya en ella cosa contraria a la voluntad de Dios, sino que en todo y por todo, su movimiento sea voluntad solamente de Dios.
Ya que era llegado el tiempo en que de nacer había, así como desposado de su tálamo salía, abrazado con su esposa, que en sus brazos la traía, al cual la graciosa Madre en su pesebre ponía.
Sólo la verdad os hará libres.
has de negarte del todo en todo.
El que de amor adolesce, de él divino ser tocado.
Y que Dios sería hombre, y que el hombre Dios sería, y trataría con ellos, comería y bebería.
has de tenerlo sin nada querer.
El amor sólo con amor se paga, las heridas de amor sólo con amor se pueden curar.
El alma que venza la potencia del demonio no lo podrá conseguir sin oración ni podrá entender sus engaños sin mortificación y sin humildad.
Donde no hay amor, poned amor y encontraréis amor.
Cuando reparas en algo,
Bienaventurado el que, dejando a parte su gusto e inclinación, mira las cosas en razón y justicia para hacerlas.
Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo. Porque para venir del todo al todo has de negarte del todo en todo. Y cuando lo vengas del todo a tener, has de tenerlo sin nada querer. Porque, si quieres tener algo en todo, no tienes puro en Dios tu tesoro.
no tienes puro en Dios tu tesoro.
El hombre no se satisface con menos de Dios.
La contemplación es una cumbre en la cual Dios se comienza a comunicar y manifestar al alma. Pero no acaba de manifestarse, solo asoma. Pues por muy altas que sean las noticias que al alma se le dan de Dios en esta vida, no son más que lejanas asomadas.
En mí por ti me moría.
¡Oh noche que guiaste!
Porque para venir del todo al todo.
Pon amor donde no hay amor, y sacarás amor.
Buscad leyendo y hallaréis meditando.
Para venir a gustarlo todo, no quieras tener gusto en nada.