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A los niños se hace mucho bien tratándolos siempre con amabilidad. Hay que amarlos y estimarlos a todos por igual, aunque alguna que otra vez no lo merezcan.
Juan Bosco
No nos creamos necesarios.
Si cooperas a salvar un alma, aseguras la tuya propia.
La mejor obra que se puede hacer en este mundo es atraer las almas perdidas al buen sendero, a la virtud.
Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera.
Mientras conserves la alegría, te alejarás del pecado.
Al dar cultura y principios religiosos prevenimos a los delincuentes.
Las innovaciones deben introducirse poco a poco, casi insensiblemente.
Iría hasta Superga arrastrando la lengua con tal de salvar un alma.
Estad siempre unidos al Señor.
Uno de los más graves errores de la pedagogía moderna es, no querer hablar de las máximas eternas, sobre todo de la muerte y del infierno.
No se tome ninguna resolución sin haber pedido antes consejo.
Eliminad de una comunidad la murmuración y la parcialidad, y se gozará de una paz perfecta.
De la sana educación de la juventud, depende la felicidad de las naciones.
Me basta que seáis jóvenes para amaros.
Donde reina la caridad, ahí está la felicidad.
Dios no abandona a ninguno; quien a Él recurre con el corazón limpio del pecado y con la oración bien hecha, obtendrá todo lo que necesite.
Quien se preocupa mucho de su cuerpo y poco de su alma, acaba por caer en los brazos del demonio.
Sed devotos del Papa, es una de nuestras principales devociones.
Es necesario que nos crucifiquemos con Jesucristo; la cruz es su bandera y su estandarte; quien no lo quiere seguir no es digno de ser su discípulo.
Ahora hemos de trabajar, ya descansaremos en el paraíso.
Procurad siempre vivir en la amistad de Dios.
Sé hombre, nunca te acobardes.
Proteged a los pobres, si queréis llegar a ser ricos.
Cuando estoy lejos de vosotros me falta algo.
Si tuvieses que morir en este momento, ¿a dónde irías?
Hemos de hacer buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Haced lo que podáis. Dios hará lo que no podáis hacer vosotros.
La predica más eficaz es el buen ejemplo.
La muerte no espera a ninguno.
Trabajemos como si nunca tuviéramos que morir, y vivamos como si tuviésemos que desaparecer a cada instante.
Tratamos de trabajar mucho para hacer mucho bien.
Salud, sabiduría, santidad.
La verdadera religión no consiste solamente en palabras; hace falta demostrarla con obras.
Hago todo como si fuese lo último de mi vida. Trabajo como si tuviese que vivir todavía muchos años.
Para ejercer una influencia benéfica entre los niños, es indispensable participar de sus alegrías.
Mi mejor consejo es éste: examinar de un modo práctico cómo dar al César lo que es del César, para que al mismo tiempo se dé a Dios lo que pertenece a Dios.
La mejor manera de adquirir méritos consiste en hacer el bien sin mirar a quien, cada vez que esté a nuestro alcance, sin esperar recompensa del mundo, sino de Dios solamente.
Huid de un mal compañero como de la vista de una serpiente venenosa.
Dame almas, lo demás puedes quitármelo.