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Os amo con todo mi corazón, y me basta que seáis aún de tierna edad, para amaros con todo ardor.
Juan Bosco
Amad aquello que aman los jóvenes, y ellos aprenderán a amar lo que vosotros queréis que amen.
Demos bastante si queremos conseguir mucho.
El dinero no puede satisfacer el corazón del hombre, sino el buen uso que de él se hace, es esto lo que produce la verdadera satisfacción.
Haced todo el bien que esté a vuestro alcance, pero sin ostentación; la violeta aunque esté escondida, se descubre por su fragancia.
Como padres amorosos corrijamos siempre con amabilidad.
Da mihi animas, caetera tolle.
Decían de él: cuando Don Bosco está muy alegre es que tiene algún problema.
Sin sonrisa no es posible demostrar amistad.
Para ser bueno basta practicar tres cosas y todo te resultará a pedir de boca. ¿cuáles son estas tres cosas?: alegría, estudio y piedad.
La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos.
No consideres como amigo al que siempre te alaba y no tiene valor para decirte tus defectos.
Cada uno ocúpese y trabaje tanto cuanto su salud y su capacidad le permitan.
No tengas por amigo a quien te alabe.
A la hora de la muerte las cosas se juzgan de muy diverso punto de vista.
Las obras no son de caridad cuando se hacen por interés.
Siempre se debe preferir el bien general al particular. Nuestro beneficio particular no debe tomarse en cuenta cuando se trata del bien común.
El ocio es un vicio que arrastra consigo a muchos otros vicios.
Alegría, estudio y piedad: es el mejor programa para hacerte feliz y que más beneficiará tu alma.
Para que el amor fraterno sea realmente verdadero, debe ser tal que el bien de uno sea para el bien de todos, y el mal de uno lo sientan todos.
Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y dejar a la gente que hable.
Ayúdame a salvar muchas almas, pero primero la tuya.
¡Cuántas almas se pueden atraer con el buen ejemplo!
Tristeza y melancolía fuera de la casa mía.
Quien deja una casa por seguir la vocación encuentra ciento.
Sed prudentes al juzgar.
Entre vosotros jóvenes, es donde me encuentro bien.
La primera felicidad de un niño es saber que es amado.
El sacerdote para hacer mucho bien necesita unir a la caridad una fuerte dosis de amabilidad.
A Dios no le placen las cosas hechas por la fuerza. Siendo Él, el Dios del amor, quiere que todo se haga por amor.
Humildad, caridad y modestia, no pueden estar separadas la una de la otra.
María es nuestra guía, nuestra maestra, nuestra madre.
Un joven de Confesión y Comunión frecuente, impresiona mucho más a sus compañeros que cualquier sermón.
Si trabajo de prisa, es porque por muchos años que se viva, no se puede hacer ni la mitad de lo que quisiera.
¡Ay de quien trabaje esperando la alabanza del mundo! el mundo es un mal pagador y paga siempre con la ingratitud.
En todos los peligros invocad a María, y os aseguro que seréis librados.
Alegría, oración y comunión son el secreto de nuestra resistencia.
Una hora ganada al amanecer es un tesoro por la tarde.
El principio de todo vicio es la soberbia.
Más moscas se cazan con una gota de miel que con un barril de vinagre.