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Todos los días perdemos una docena de genios en el anonimato. Y se van. Y nadie sabe de ellos, de su historia, de su peripecia, de lo que han hecho, de sus angustias, de sus alegrías. Pero al menos una docena de genios se van todos los días sin que sepamos de ellos.
Juan Antonio Cebrián
El siglo XXI debería ofrecer otras cualidades, pero espero que impere la cordura y reconduzcamos la situación.
Sólo me resta desear que tanto oyentes como lectores mantengan viva la hoguera de nuestra tribu humana y, a buen seguro, las generaciones posteriores se lo agradecerán. Ése es, como dijo Poe, mi anhelo de porvenir.
¿Un truco para levantarnos cada día y sobrevivir al día siguiente? Pensar en positivo y sonreír por los dones que nos entregaron los dioses. Estaremos muy poco en este planeta y merece la pena que lo aprovechemos.
... se despide este que os habla, vuestro amigo y compañero Juan Antonio Cebrián.
... murcielaguillos que revoloteáis por el ambiente radiofónico...
Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores.
Estamos demasiado rodeados de mensajes, casi todos ellos consumistas, que obligan a mantener una vida que no es la ideal; se nos inculca que hay que ser mejores que el vecino, que hay que gastar.
... este que os acompaña, como siempre, encantado y feliz como una lombriz, vuestro amigo y compañero Juan Antonio Cebrián.
Aquí estamos los del batallón de castigo.
Caballeros: Hora es de montar, hora es de internarnos en nuestros montes, hora es de lamer nuestras heridas. Volveremos, y cuando volvamos seremos millones. Fuerza y Honor para todos. Gloria eterna a La Rosa de los Vientos. Hasta siempre amigos.
Los grandes personajes saben que están llamados a permanecer en la historia.