Imágenes
Lo importante, en la elocuencia y en las artes, no está en lo que decimos, sino en lo que dejamos oír; no está en lo que pintamos, sino en lo que dejamos imaginar.
Joseph Joubert
Evita comprar un libro cerrado.
Es mejor debatir una cuestión sin llegar a concluirla, que llegar a una conclusión sin debatirla.
De tal manera ansiamos el reposo del espíritu, que nos detenemos ante aquello que presenta alguna apariencia de verdad y nos adormecemos sobre las nubes.
Antes de utilizar una bella palabra, hacedle sitio.
Las revoluciones son tiempos en que el pobre no está seguro de su honradez, ni el rico de su fortuna, ni el inocente de su vida.
Entre la estima y el desprecio hay, en literatura, un intervalo y un camino bordeado de éxito sin gloria que se obtiene también sin mérito.
Con el genio se inician las grandes obras, pero sólo con el trabajo se les acaban.
¿Habrá creado Dios la vida humaná nada más que para observar su curso, mirar sus cascadas, juegos y variaciones, o para contemplar el espectáculo de unas manas en movimiento perenne, pasándose una antorcha? No; Dios no hace ninguna cosa sino para la eternidad.
Los poetas son más inspirados por las imágenes que por la misma presencia de los objetos. Es así como la idea de perfección es más necesaria a los hombres que los modelos; esto es aplicable tanto a las costumbres como a las artes.
Existen obras donde no hay lo que podría llamarse buena poesía, pero dan la idea de ello, y todo lo que da esta idea seduce al espíritu. Lo mismo puede decirse de muchos cuadros, que dan la idea de ser bellas pinturas sin que lo sean, e incluso de algunos libros.
No hay que escoger por esposa más que a la mujer que se elegiría por amigo si fuese un hombre.
La bondad consiste en estimar y amar a la gente más de lo que merece.
En los trabajos del intelecto el cansancio previene al hombre de la esterilidad del momento.
Para vivir hace falta muy poca vida, pero se necesita mucha para obrar.
Toda nuestra vida la empleamos en ocuparnos de los demás; una, mitad para amarlos y la otra mitad para hablar mal de ellos.
Las obras de los antiguos, incluso las mediocres, son todas marcas de un buen sello.
En metafísica, imaginar bien es ver bien; incluso en física, si no se imagina sólo se ve a medias; quien no sabe imaginar, no muestra nada con claridad y nada da a conocer. La esencia y el ser de la materia misma son por entero intelectuales.
¡Fabricarse una conciencia para sí, una moral personal, una religión personal!... Estas cosas, por su naturaleza, no pueden ser privadas.
Hay en la perfección de una obra algo que está ligado a la perfección del instrumento o del lenguaje; y en la fuerza de un gran talento hay algo de absolutamente independiente.
La manera es al método lo que la hipocresía a la virtud; pero es una hipocresía de buena fe; quien la posee, se deja engañar por ella.
Los poetas muestran mucha más cordura que los filósofos. Yendo en pos de la belleza, hallan muchas más verdades que los filósofos en sus investigaciones de la verdad.
La música, en los momentos de peligro, eleva los sentimientos.
Las pasiones de la juventud son vicios en la vejez.
¡Afortunados, en literatura, los que vienen después de los peores! ¡Desafortunados los que vienen después de los excelentes! En la vida y en el mundo ocurre todo lo contrario.
Lo que hace que no tengamos poetas actualmente, es el hecho de que podemos pasarnos sin ellos. No son necesarios a nuestros gustos, porque no lo son ni a nuestras leyes, ni a nuestras fiestas políticas, ni a nuestros placeres domésticos.
Ni tan justo ni tan apretado, tanto en nuestras obras como en nuestras costumbres.
Integración de la felicidad es el pensamiento de haberla merecido.
No es necesario que haya amor en un libro para que nos encante, pero sí es necesario que haya mucha ternura.
El ritmo se produce por cadencias, como la armonía por sonidos. Eran cadencias y no sonidos, ritmos y no armonía, lo que los acentos y la medida de las sílabas largas o breves producían en las lenguas de los griegos y latinos.
La fuerza no es la energía. Ciertos autores tienen más músculos que talento.
Es preciso que los hombres sean esclavos del deber. De lo contrario, serán esclavos de la fuerza.
Un teólogo sólido, un sólido metafísico. Me gustaría oír decir: un sólido poeta. Tener muchas ideas no significa nada, lo importante es tener ideas sólidas, es decir, que éstas tengan la fortaleza de una gran verdad.
Al educar a un niño se debe pensar en su vejez.