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La intransigencia no es intransigencia a secas: es 'la santa intransigencia'.
Josemaría Escrivá de Balaguer
Deja tu afición a las primeras piedras y pon la última en uno solo de tus proyectos.
Si el tiempo fuera solamente oro..., podrías perderlo quizá. Pero el tiempo es vida, y tú no sabes cuánta te queda.
Cuanto más alta se alza la estatua, tanto más duro y peligroso es después el golpe en la caída.
Las puertas del Opus Dei están abiertas de par en par para quienes se quieran marchar.
El dolor recíbelo, valiente, con espíritucristiano: y lo estimarás como un tesoro.
La mentira tiene muchas facetas: reticencia, cabildeo, murmuración... Pero es siempre arma de cobardes.
Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios -ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas- habéis de ser espirituales, muy unidos al Señor por la oración: habéis de llevar un manto invisible que cubra todos y cada uno de vuestros sentidos y potencias: orar, orar y orar; expiar, expiar y expiar.
Sed hombres y mujeres del mundo, pero no seáis hombres o mujeres mundanos.
A la hora del examen ve prevenido contra el demonio mudo.
No te desalientes, ¡Adelante!, adelante con una tozudez que es santa y que se llama, en lo espiritual, perseverancia.
No concibo que pueda haber obediencia verdaderamente cristiana, si esa obediencia no es voluntaria y responsable. Los hijos de Dios no son piedras o cadáveres: son seres inteligentes y libres, y elevados todos al orden sobrenatural, como la persona que manda.
La verdadera virtud no es triste y antipática, sino amablemente alegre.
Para convencerse de que resulta ridículo tomar la moda como principio de conducta, basta mirar algunos retratos antiguos.
Todo lo que ahora te preocupa cabe dentro de una sonrisa.
Que tu perseverancia no sea consecuencia ciega del primer impulso, obra de la inercia: que sea una perseverancia reflexiva.
La resistencia de una cadena se mide por su eslabón más débil.
La oración es el cimiento del edificio espiritual. La oración es omnipotente.
¡Un gran descubrimiento! Algo que sólo entendías muy a medias, te ha resultado clarísimo cuando has tenido que explicárselo a otros.
La vocación cristiana consiste en hacer endecasílabos de la prosa de cada día.
Ser fiel a Dios exige lucha. Y lucha cuerpo a cuerpo, hombre a hombre.
La lealtad tiene como consecuencias la seguridad de andar por un camino recto, sin inestabilidades ni perturbaciones; y la de afirmarse en esta certidumbre: que existen el buen sentido y la dicha.
Cuando tengas orden se multiplicará tu tiempo, y, por tanto, podrás dar más gloria a Dios, trabajando más en su servicio.
En una obra de Dios, el espíritu ha de obedecer o marcharse.
Agradece, como un favor muy especial, ese santo aborrecimiento que sientes de ti mismo.
Sólo serás bueno, si sabes ver las cosas buenas y las virtudes de los demás. - Por eso, cuando hayas de corregir, hazlo con caridad, en el momento oportuno, sin humillar..., y con ánimo de aprender y de mejorar tú mismo en lo que corrijas.
Fe, alegría, optimismo. -Pero no la sandez de cerrar los ojos a la realidad.
El trabajo es la vocación inicial del hombre, es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo.
Eso de sujetarse a un plan de vida, a un horario -me dijiste-, ¡es tan monótono! Y te contesté: hay monotonía porque faltaAmor.
¿No has visto en qué pequeñeces está el amor humano? Pues también en pequeñeces está el Amor divino.