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Un futbolista será muy importante, pero nunca podrá compararse con un torero. Y es que el torero se juega la vida, no lo olvide.
José Tomás
Ya casi nadie torea para salir de pobre. Hace falta una motivación más fuerte que el dinero. Mucha gente que padece urgencia económica no se enfrentaría a un toro por mucho que le pagaran... Jugarse la vida no tiene precio.
Cuando uno elige jugarse la vida, también tiene el derecho de elegir otras cosas.
Ésta es una profesión de reglas, sobre todo de las antiguas, y pocos se atreven a romperlas. El respeto a los mayores, o la admiración, o la inercia, pues no sé, nos hacen permanecer estancados. De tarde en tarde sale un torero revolucionario, pero sólo de tarde en tarde.