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España es una cosa hecha por Castilla, y hay razones para ir sospechando que, en general, sólo cabezas castellanas tienen órganos adecuados para percibir el gran problema de la España integral.
José Ortega y Gasset
Ciencia es todo aquello sobre lo cual siempre cabe discusión.
Amar algo no es simplemente "estar", sino actuar hacia lo amado.
Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que va a hacer.
La ciencia, el arte, la justicia, la cortesía, la religión son órbitas de la realidad que nos invaden bárbaramente nuestra persona como hace el hambre y el frío; sólo existen para quien tiene voluntad de ellas.
Quiero decir que todos los que se enamoran, se enamoran lo mismo - el listo y el tonto, el joven y el viejo, el burqués y el artista. Esto confirma su carácter mecánico.
Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la Hemiplejía moral.
Ahora no se torea. Hoy se hace estilo, y así como el artista oculta la falta de densidad humana con el artificio, los toreros de hoy ocultan en el estilo la ausencia de arte.
La civilización no dura porque a los hombres sólo les interesan los resultados de la misma: los anestésicos, los automóviles, la radio. Pero nada de lo que da la civilización es el fruto natural de un árbol endémico. Todo es resultado de un esfuerzo. Sólo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde.
Todas las filosofías cínicas han hecho su entrada en la sociedad arropándose con los guiñapos de la franqueza.
Importa, pues, mucho conocer a fondo a este hombre-masa, que es pura potencia del mayor bien, y del mayor mal.
El mundo es la suma total de nuestras posibilidades vitales.
La máxima especialización equivale a la máxima incultura.
Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes.
La República necesita de todas las colaboraciones, las mayores y las ínfimas, porque necesita -queráis o no- hacer las cosas bien, y para eso todos somos pocos.
El que quiera contemplar un torrente lo primero que debe hacer es no ser arrastrado por él.
Porque el hombre siente el amor primariamente como un violento afán de servamado, al paso que para la mujer lo primario es sentir el propio amor, la cálida fluencia que de su ser irradia hacia el amado y la impulsa hacia él.
Diríase que el lujo y la elegancia, el adorno y la joya que la dama pone entre sí y los demás, llevan el fin de ocultar su ser íntimo, de hacerlo más misterioso, remoto e inasequible.
Considero que es la filosofía la ciencia general del amor.
El hombre condenado a vivir con una mujer a quien no ama, siente las caricias de ésta como un irritante roce de cadenas.
Será lo más importante en nuestra vida aquello por que seamos capaces de morir.
La creencia no es, sin más, la idea que se piensa, sino aquella en que además se cree.
Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes.
La coincidencia de todos los hombres en una misma opinión no daría a ésta un quilate más de verdad.
La juventud tiene derecho a equivocarse inpunemente.
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