Imágenes
Nos tenemos que juntar por el susto, para hacer algo en el mundo que se nos viene.
José Mujica
El hombre moderno anda siempre apurado, porque si la economía no crece es una tragedia.
Hay cosas que tienen valor cuando se pierden.
Prometemos una vida de derroche y despilfarro, que en el fondo constituye una cuenta regresiva contra la naturaleza y contra la humanidad como futuro.
Pobres no son los que tienen pocos. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir.
Nuestro mundo necesita menos organismos mundiales, que sirven más a las cadenas hoteleras, y más humanidad y ciencia.
El poder no cambia a las personas, sólo revela quiénes verdaderamente son.
Pobre es el que necesita mucho. Porque el que necesita mucho, eso es infinito, esos son los más pobres.
Vale la pena vivir con intensidad, y te podés caer una, dos, tres, veinte veces, pero recuerda que te podés levantar y volver a empezar. Derrotados son los que dejan de luchar, muertos son los que no luchan por vivir.
Soy un paisano terco. No razono en términos económicos. Pero estoy peleado con la civilización en la que estoy viviendo.
Con ese dinero me alcanza y me tiene que alcanzar. Hay quienes viven con mucho menos.
Nadie es más que nadie, las repúblicas se deforman y ellas se deben a las mayorías.
Si aspiráramos en esta humanidad a consumir como un americano promedio, son imprescindibles tres planetas para poder vivir.
Continuarán las guerras y por tanto los fanatismos, hasta que tal vez la naturaleza nos llame al orden y haga inviable nuestra civilización.
El reparto de la riqueza es lo que diferencia a la derecha de la izquierda.
Yo quiero saber la verdad, pero en la justicia no creo un carajo.
Enfrentamos el sedentarismo con caminadores, al insomnio con pastillas, a la soledad con electrónica.
La política está sujeta a volar como las perdices, cortito y rápido. Y se está necesitando política de largo aliento en un mundo que se globaliza.
El narcotráfico, no la droga, el narcotráfico es el peor flagelo que estamos soportando recientemente en América Latina.
Por el camino más largo es el viaje más corto.
Hemos nacido sólo para consumir y consumir y cuando no podemos, cargamos con la frustración, la pobreza y hasta la automarginación y autoexclusión.
Despilfarramos dos mil millones de dólares por minuto en presupuesto militar a nivel mundial. Decir que no hay plata es no tener vergüenza.
Yo siento que hay un desfase entre la realidad y lo que puede lograr la política. La política no está a la altura de los desafíos de la realidad.
Cargo con las consecuencias de la vigilancia electrónica que nos envenena inútilmente.
Sí, yo estoy cansado, pero esto no para hasta el día que me lleven en un cajón o cuando sea un viejo lelo.
¿Qué es lo que le llama la atención al mundo? ¿Qué vivo con poca cosa, una casa simple, que ando en un autito viejo, esas son las novedades? Entonces este mundo está loco porque le sorprende lo normal.
El hombrecito promedio a veces sueña con vacaciones y libertad. Siempre sueña con concluir las cuentas, hasta que un día el corazón se para y adiós.
El mundo que va a venir es de supra naciones que van a luchar por su existencia y las imposiciones de sus reglas. ¿Seremos capaces de pasar por encima de nuestros atavismos?
Si este... tampoco me como la pastilla, no caigo en la poesía, porque hay una izquierda que se olvidó de discutir en la lucha por el poder y ahora se entretiene discutiendo el matrimonio igualitario.
La política sigue discutiendo más o menos en términos muy anquilosados, muy parecidos. Y nos alejamos de algunos valores y hay mucha gente infeliz en el mundo, no solo pobre. Acá nos preocupamos solo por los pobres y tenemos que empezarnos a preocupar por los infelices. La soledad de las grandes ciudades, el estar solo en el medio, en la multitud.
Para vivir hay que trabajar, ¿verdad? Y si no trabajás estás viviendo de garrón a costilla de alguien. Y la vida de parásito no es digna, pero tampoco podés vivir nada más que para trabajar. Así de sencillo. Porque lo más glorioso que tenés es la vida. Y eso, que es tan elemental es la cosa que más olvidamos, pero nos lo hace olvidar la cultura, el medio ambiente y sobre todo esa violencia de arrastre que tiene la sociedad de consumo y que parece que si no estamos subidos en ese tren nos vamos a morir.
Esa vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político, ésta es más terca (Sobre Cristina Fernández).
Hay gente que adora la plata, se mete en la política, si adora tanto la plata que se meta en el comercio, en la industria, qué haga lo que quiera, no es pecado, pero la política es para servirle a la gente.
Estamos andando, pero tal vez la marcha y las necesidades de la historia son mucho más rápidas que lo que nosotros podremos andar. Yo siento que hay un desfase entre la realidad y lo que puede lograr la política. La política no está a la altura de los desafíos de la realidad.
Y no defendemos ninguna adicción, pero la vía represiva viene fracasando, ya llevamos muchas décadas y viene fracasando, entonces nosotros decimos hay que tratar de arrebatarle el mercado, sacarle la razón de ser, que es arrebatarle el mercado.
Abogo por una manera personal de vivir con sobriedad, porque para vivir hay que tener libertad y para tener libertad hay que tener tiempo.
Europa tiene una crisis económica que también es política. Ha desatado una cantidad de sucesos que los está gobernando. Son los sucesos que gobiernan a los hombres y no los hombres los que gobiernan los sucesos.
Los políticos tenemos que vivir como vive la mayoría y no como vive la minoría.
Quizá esté equivocado, porque yo me equivoco mucho; pero lo digo como lo pienso.
La economía globalizada no tiene otra conducción que el interés privado de muy pocos.