Frases de José Martí

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La América ha de promover todo lo que acerque a los pueblos, y de abominar todo lo que los aparte. En esto, como en todos los problemas humanos, el prevenir es de la paz.

Cultivo una rosa blanca. En julio como en enero para el amigo sincero que me da su mano franca. Y para cruel que me arranca el corazón con que vivo cardo ni ortiga cultivo; cultivo una rosa blanca.

Cuando se es joven, se crea. Cuando se es inteligente, se produce. No se adapta, se innova: la medianía copia; la originalidad se atreve.

Las palmas son novias que esperan: ¡Y hemos de poner la justicia tan alta como las palmas!

La grandeza está en la verdad y la verdad es la virtud.

Un caudillo desinteresado, es una gala de los hombres y huésped eterno de la patria.

Cuando se sirve bien a la patria, se tienen en todas partes muchos amigos viejos.

En los pueblos libres el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular.

Más joven se levanta cada mañana el hombre bueno.

Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a su mesa; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir.

Un grano de poesía es suficiente para perfumar un siglo.

Sin aire, la tierra muere. Sin libertad, como sin aire propio y esencial, nada vive.

Los apasionados son los primogénitos del mundo.

Si se es honrado y se nace pobre, no hay tiempo para ser sabio y ser rico.

El silencio es el pudor de los grandes caracteres.

La política es bella, aunque parezca fea por lo que se le entra del interés inevitable; y su beldad está en la fatiga difícil y dolorosa de los hombres en virtud por tener la república a salvo de los que negocian con la santidad de sus oficios.

En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre.

La fraternidad de la desgracia es la más rápida.

El respeto a la libertad y al pensamiento ajenos, aun del ente más infeliz, es mi fanatismo: si muero, o me matan, será por eso.

Lo justo, a veces por el modo de defenderlo, parece injusto.

La tiranía es una misma en sus varias formas, aun cuando se vista en algunas de ellas de nombres hermosos y de hechos grandes.

Honra quien pide: Es que cree en la virtud de quien da.

Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más cerca, y en que nos tocó nacer.

Las verdades elementales caben en el ala de un colibrí.

¡Con el amor renace la esperanza!

Si la verdad falta a su voz, la palabra, como un vano cohete, caerá apagada a tierra, en el silencio de la noche.

Contra la razón augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la conciencia. Por encima del hombre, sólo el cielo.

Pueblo que se somete, perece.

El verso, por donde quiera que se quiebre, ha de dar luz y perfume.

Para pedestal, no para sepulcro, se hizo la tierra, puesto que está tendida a nuestros pies.

Los que no creen en la inmortalidad creen en la historia.

De América soy hijo y a ella me debo.

Ella por volverlo a ver corrió a verlo al mirador. El volvió... con su mujer. Ella se murió de amor.

El vino, de plátano; y si sale agrio, ¡es nuestro vino!

Los estudiantes que son el baluarte de la libertad.

La patria necesita sacrificios. Es ara y no pedestal. Se la sirve, pero no se la toma para servirse de ella.

Se sale de la tierra tan contento cuando se ha hecho una obra grande.

Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

Sin alteza de ideas nadie espere el respeto común.

Sólo los necios hablan de desdichas, o los egoístas. La felicidad existe sobre la Tierra; y se la conquista con el ejercicio prudente de la razón, el conocimiento de la armonía del universo, y la práctica de la generosidad.

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