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Cuando digo Humanidad exagero, porque creo que Humanidad no hay; hay seres humanos. Llevamos dos mil años desde la Antigua Grecia, se ha progresado técnicamente de una manera fabulosa, casi inverosímil pero seguimos matándonos unos a otros, no sabiendo vivir juntos en este planeta. El hombre no ha madurado bastante.
José Luis Sampedro
Porque tan sólo tú tienes las alas para el vuelo que mata y da la vida.
El mercado está en manos de los poderosos. Dicen que el mercado es la libertad, pero a mí me gustaría saber qué libertad tiene en el mercado quien va sin un céntimo. Cuando se habla de la libertad hay que preguntarse: ¿La libertad de quién?
Y los silencios lo cantan todo, son la vida entera de cada uno resucitando, reconstruyéndose y requiriendo a la otra para completarse; son las existencias de ambos abrazándose en un trenzado de anhelos y esperanzas. Por eso tras de cada silencio fluyen las revelaciones...
Es necesario crear una economía más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos.
Allí se levantaría enseguida, para su ronda matinal: pisar la tierra húmeda todavía del relente nocturno, respirar aire recién nacido, ver ensancharse la aurora por el cielo, escuchar los pájaros... Allí sí, pero aquí...
Porque es tocando fondo, aunque sea en la amargura y la degradación, donde uno llega a saber quién es, y donde entonces empieza a pisar firme.
Gobernar a base de miedo, es muy eficaz. El miedo hace que no se reaccione, el miedo hace que no se siga adelante. El miedo es mucho más fuerte casi, desgraciadamente que el altruismo, que el amor, que la bondad. El miedo nos lo están dando todos los días en los medios de comunicación.
Apearse es: mientras el río de humanidad continúa históricamente adelante, yo me siento en la cuneta y los veo pasar. Porque no necesito adicciones, me quedo con todo lo que ha hecho la humanidad hasta ahora, durante muchos años.
Mi pedagogía siempre se reducía a dos palabras: amor y provocación.
Tendríamos que indignarnos 1.000 veces más.
Aunque el Vaticano sostenga que la castidad es el valor supremo, en cualquier caso, me parece la aberración sexual más grande.
Nos gobiernan a través del miedo.
La vida es una navegación difícil sin una buena brújula.
... en estos tiempo es más fácil divulgar la inmoralidad que la decencia.
La mayoría de las personas no llegamos a ser lo que podríamos ser. Porque el desarrollo no es ser tanto o mejor que los otros, sino todo lo que uno pueda llegar a ser. Casi nadie, yo el primero, llega a todo lo que pueda ser. Todavía soy aprendiz de mí mismo.
Tras esta crisis, lo próximo a corto plazo será otra crisis.
A veces, al pasar con los platos a espaldas de la tía, Simonetta dedica al viejo risueñas muecas de complicidad. Así su presencia juvenil hace florecer unas lilas en el corazón cansado.
Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada.
La democracia no es el gobierno del pueblo en ningún sitio. ¿Qué se vota? Lo que nos hacen que votemos.
La vida es hacernos. Y crecer como los árboles. Uno nace como una semilla, con unos genes pero es uno quien tiene que hacerse.
Estamos en una crisis que yo llamo barbarie, porque es una barbarie...
Allí la cuestión era ganar dinero y a mí eso no me preocupaba, una vez cubiertas mis necesidades. Ganar dinero era una preocupación secundaria frente a la cuestión de vivir, de experimentar sentimientos, emociones, el aprendizaje. No me interesaba procurar tener más sino hacerme mejor dentro de lo posible.
No es un matorral ardiendo; sino un manantial para siempre. No hay sed que no apague.
El sistema ha organizado un casino para que ganen siempre los mismos.
Hoy la mayoría de los economistas se concentran en la manipulación de dinero. Hoy el capitalismo, más que hacer colonización de nuevos países, explotaciones o grandes fábricas, está más concentrado en la manipulación de dinero. Y la prueba es que, de las transacciones monetarias que se hacen en el mundo, se dedican muchas más a operaciones especulativas que a comprar y vender mercancías.
Si usted amenaza a la gente con que los va a degollar, luego no los degüella, pero los explota, los engancha a un carro, los azota, y dicen bueno por lo menos, se dice eso que es tan grave, de virgencita que me quede como estoy.
Uno escribe a base de ser un minero de sí mismo.
El culto hispánico religioso ha cedido paso a una nueva fe, en la que los sacerdotes emergen desde una cavidad subterránea y ofician con el pie.
El 15 de mayo ha de ser algo más que un oasis en el desierto; ha de ser el inicio de una ardua lucha hasta lograr que, efectivamente, ni seamos ni nos tomen por mercancía en manos de políticos y banqueros. Digamos NO a la tiranía financiera y sus consecuencias devastadoras.
Hay dos tipos de economistas, los que se preocupan de que los ricos tengan más y los que nos preocupamos de que los pobres sean menos pobres.
El sistema actual está dominado por otras tres palabras mágicas: Productividad, competitividad e innovación, que deberían ser sustituidas por repartición cooperación y recreación.
Solo vale la serenidad, cuando debajo hay fuego.
La cuestión está en defender la propia vida, en defender la propia verdad y en defenderla con libertad, porque si no, no es propia.
Las palabras favoritas de esta cultura son productividad, innovación y competitividad. Somos muy poderosos en técnica y muy ignorantes y faltos de sabiduría. El exceso de ciencia no está compensado por la manera de usarla.
El día que se nace uno se empieza un poco a morir. Estamos acostumbrados a ver la muerte como algo negativo, y yo estoy tan cerca que no puedo dejar de pensar en este asunto. Pero pienso con alegría vital. Lo que no nos enseñan es que el día que se nace se empieza uno a morir, y la muerte nos acompaña cada día.
La cometa de la libertad vuela sobre todo con dos cuerdas, que enunciaron muy bien los revolucionarios franceses de 1789: libertad, igualdad, fraternidad.
Nunca pretendí hacer historia, sino comprender mejor el amor y el poder, esas dos grandes pasiones de todos los tiempos.
¿La gente está loca? No, la gente está manipulada.
Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajamos para hacer menos pobres a los pobres.