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De Juana Chaos es una escoria social que produce repugnancia verle libre.
José Bono
Nuestra bandera no es un símbolo de un partido político porque ha de serlo de todos; no es un símbolo de la derecha ni de la izquierda porque ha de ondear en todo el espectro ideológico constitucional; no es un símbolo de los militares, aunque la custodian y la honran, sino también de los civiles.
Esto es una locura. Ahora resulta que los socialistas catalanes se han hecho nacionalistas. Los nacionalistas, separatistas y los separatistas se han ido ya al monte. Esto tiene muy mala pinta.
No quisiera molestar gratuitamente a nadie, pero la verdad es que, como la mayoría de los catalanes, aprecio más a Cataluña que al tripartito.
Resulta paradójico el antiespañolismo dentro de una nación, España, que brinda libertad a todos los ciudadanos y que garantiza unas cotas de autogobierno superiores a los estados federales. Por eso, hay que defender que hoy, soldados, no cabe más autonomía que la que cabe en la Constitución, que es garantía de igualdad para todos los españoles.
El PP y el PSOE deberíamos llevarnos mejor, entendernos más y que los minoritarios se queden el lugar que les corresponde, minoritarios. Pinten o no pinten en los títeres, porque en las urnas pintan poco.
Ahora que amenaza con matarse en huelga de hambre, la pena es que no lo hubiese hecho antes de matar a 25 inocentes.
Cayo Lara pinta menos en IU, que, como dicen en mi pueblo, la Cipriana en los títeres, tras la toma de posesión de Emiliano García Page como alcalde de Toledo el 11 de junio de 2011, cuestionando la política de alianzas de IU tras las elecciones municipales y autonómicas de 22 de mayo de 2011.
No ha nacido, ni se espera, al español que valga más que otro.
Sacar lustre a la política quizá nos exija no imitar a los predicadores de utopías imposibles y dedicarnos, más a que dar vueltas a cual sea el ideal de justicia perfecta, a resolver injusticias concretas. Necesitamos fiarnos de los ingenieros de la eficacia antes que de los profetas del dogma.
Si yo tuviese que dirigir un consejo a los guardias civiles, les diría que no haya bajas. Pero si tiene que haber bajas, que no sean nuestras.
Yo mantengo que el término nación no es unívoco; que tiene muchos significados. Pero si se introduce en un texto legal, la evocación es jurídica y, en ese caso, la Constitución sólo menciona el término nación para referirse a España y sólo habla de nacional al referirse a la soberanía española.
Una nación que jurídicamente no es estado ni aspira a serlo, ni es nación ni es nada, queda para la poesía.
El mundo no recordará mucho tiempo lo que digamos hoy aquí... pero es nuestro deber, por respeto a su memoria que nosotros decidamos... que no hayan muerto en vano. Tengo la serena pero profunda convicción de que la sociedad y las consolidadas instituciones democráticas de España no permitirán que deshonren su memoria ni los ideales constitucionales de libertad que defendieron.
Estoy ya hasta los huevos... Estoy trastornao.
Lo diga quien lo diga, con esa casta de miserables ni hay que hablar ni hay que entenderse.
Me parece ridículo decir el Estado español en vez de España, no hay razón para hacer innombrable el nombre de nuestra Historia, luchar para sentir el orgullo de vivir en una nación que es de las más viejas del planeta, que es justa y que quiere que el día de mañana nuestros hijos puedan no tener que exhibir el RH más que para que le hagan una transfusión.
A nadie le amarga un dulce.