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La inmortalidad no tiene sentido en cuanto son los otros la razón de nuestra existencia.
Jorge González Moore
La forma de comunicación más eficaz y rápida es el pánico.
Lo que más desgasta de una enfermedad es el agotamiento sin tregua que esta va produciendo.
El propósito de un líder es crear equipos extraordinarios.
El socialismo inicia con retórica populista con un inútil viento de esperanza para luego posarse definitivamente sobre una cartilla de racionamiento.
Informar, al igual que quejarse sin proponer, no es sólo necio sino inútil.
A un líder lo hace la fuerza de su carácter y persistente determinación para cumplir sus sueños.
No se debe confiar en la facilidad y la convicción que otorga la abstracción.
El recorrido es lo que importa: El andar con sus traspiés y sus buenos pasos. La meta en realidad es peregrinar el camino paso a paso.
La generosidad siempre es el mejor camino.
La indiferencia endurece el corazón y es capaz de eliminar cualquier rastro de afecto.
El progreso, la justicia y la seguridad, si bien son bienes políticos, lejos son de ser propiedad de un partido. Usualmente son los partidos demagogos quienes demandan su autoría.
El trabajador es como su jefe.
El optimismo soluciona la mitad de cada problema.
La indiferencia es el apoyo silencioso a favor de la injusticia.
La libertad de decidir sobre su destino le otorga al ser humano una dignidad casi infinita.
La resistencia al cambio delata las falencias del sistema.
Si hay algo esperanzador para toda la humanidad, así como para cualquier individuo, es tener la certeza que un solo ser humano es capaz de cambiar su destino y el curso de la historia entera.
Destruir valor es arte de muchos. Construir, de pocos.
Comprometámonos con nuestros sueños pero seamos leales a la realidad.
Darse por vencido es creer que los problemas se van a acabar por no resolverlos.
Honesto se es cuando cada palabra es una promesa.
Los problemas de dinero suelen ser los que más fácil solución tienen.
Ante la adversidad hay dos caminos: crecer o morir.
Escojo amar, tanto como escojo no sufrir.
De los más viles crímenes que se pueden cometer, es el de despojar de la esperanza a un ser humano.
El problema de la niñez moderna radica en que se juega a tener y no a ser.
La vida es una carrera de largo alcance y aliento.
Un líder enseña permanentemente.
Uno no debe adaptarse al cambio, sino crearlo.
El éxito no sólo es cuestión de planear rigurosamente y llevar a cabo de forma impecable la estratagema forjada. Parte esencial es entender que la suerte modifica todo y adiciona variables y actores impensados.
La innovación constante es la única forma de mantenerse competitivo, porque ninguna ventaja es sostenible en el largo plazo.
Un líder encausa los deseos, motivaciones y energía de un equipo catalizando su sentir y dando claridad del objetivo y su destino. En todo caso, su tarea principal no es simplemente que sus seguidores crean en él, sino inspirar a su gente para que crean en ellos mismos y sus capacidades como individuos y equipo.
Es fácil hablar de valores cuando no se vive la cruda realidad.
Lo moderno deja de ser útil cuando en lugar de brindarnos más tiempo libre nos lo arrebata.
El cambio ocurre si es la base de la organización la que lo entiende y realiza.
La dignidad debe practicarse con todo el mundo y de manera constante, y especialmente con uno mismo.
Creer en lo que imaginamos es lo que nos ayuda a forjar nuevas realidades.
El verdadero periodismo debe ser constructivo.
Arriesgarse a la crítica es un ejercicio de humildad muy poderoso que debe conducir a mejorar el auto conocimiento.