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Hinken era el líder, y como tal decidía qué quiosco asaltar para aprovisionarse de tabaco. También se debía a él el nombre The Violence. Y a él, desafortunadamente, se le ocurrió encargarle a su novia que cosiera el nombre del club en diez cazadoras de cuero recién robadas.
Jonas Jonasson
No hay nada que dure para siempre, salvo, tal vez, la estupidez generalizada.
En cuanto a la fe, siempre había pensado que si no se tiene ninguna certeza, no vale la pena ir por ahí haciendo cábalas.
porque, verás, será como tenga que ser, porque es como suele ser. De hecho, casi siempre es así.
La venganza no es buena consejera -opinó Allan-. Es como la política: una cosa lleva a la otra y al final lo malo se convierte en peor y lo peor en nefasto.
Así funcionaban las cosas en la vida: lo correcto no era necesariamente lo correcto, sino lo que el que mandaba decía que era correcto.
Era sabido, cualquier revolución llevaba a otra de signo contrario.