Imágenes
No seas demasiadamente previsor respecto a la forma en que han de sobrevenir males inciertos; porque, aunque ellos hayan de ocurrir, ¿porqué ha de predecir el hombre la fecha de sus desgracias, mientras éstas permanecen desconocidas, y porqué salir al encuentro de aquello que más debería evitar?
John Milton
La elocuencia deleita el alma y la música los sentidos.
Todos los caminos me llevan al infierno. Pero ¡si el infierno soy yo! ¡Si por profundo que sea su abismo, tengo dentro de mí otro más horrible!
Lo que no me mata me hace más fuerte.
La mejor actitud contra acusaciones falsas es el silencio y los hechos honestos contra palabras deshonestas.
Mundo en que toda vida muere, en que toda muerte vive.
Para los nobles como para los que no lo son, la vida más dulce es la más extraña a las armas,
La tierra contiene en sí misma el mal y su remedio.
Siento que soy más feliz de lo que me parece.
Dios no puede castigaros siendo justo, y si no es justo no es Dios, y dejando de ser Dios no hay para qué temerle ni obedecerle.
La fiebre, perpetuo reproche a los médicos.
Ahora la conciencia despierta a la dormida desesperación, y despierta también a la amarga memoria de lo que fue, de lo que es y de lo que será.
El sufrimiento purifica. Aquel que sepa sufrir mejor, hará mejor obra.
La bondad, entre más comunicativa, crece con mayor rapidez.
La mujer es un hermoso defecto de la naturaleza.
Quizá la muerte consista en esto, en trocar la naturaleza humana por la divina.
Ni ames tu vida ni la odies; pero el tiempo que vivas, largo o corto, cuanto el cielo te lo permita, vívelo bien.
El que mata a un hombre, mata a un ser de razón, imagen de Dios; pero quien destruye un libro, mata la razón misma, mata la imagen de Dios, como era en el ojo.
La infancia muestra al hombre, como la mañana al día.
La verdad jamás viene a este mundo sino como un hijo bastardo, para ignominia de aquel que le dio el ser.
¡qué hermosa, qué divina creación es la mujer! ¡Cuán digna es del amor de los dioses!
¡Oh conciencia, en qué abismos de miedo y horror me has sepultado; donde cada vez me hundo más y más, sin hallar un camino de evasión!
El campo de batalla lo perdimos; mas voluntad invicta conservamos, odio inmortal, empeño de venganza, y el valor obstinado, que al temor la cerviz nunca ha doblado.
As good almost kill a man as kill a good book. Who kills a man kills a reasonable creature, God's image; but he who destroys a good book, kills reason itself, kills the image of God, as it were in the eye.
No creas que, aunque el hombre no existiese, carecería el cielo de espectadores, y dios de alabanzas; mientras velamos, mientras dormimos, millones de criaturas espirituales marchan invisibles por el mundo.
Cuando la razónlucha con la fuerza, por más que sea empresa ardua y temeraria, la victoria debe estar de parte de la razón.
¿Qué puede engendrar la guerra sino guerra sin fin?
A menudo nada aprovecha tanto cuanto la propia estimación, fundada sobre la justicia y el bien.
Ni hombre ni ángel alguno puede discernir la hipocresía; único mal que camina invisible, salvo a los ojos de Dios.
Más vale reinar en el Infierno, que servir en el Cielo.
No cabe duda que la gente tiene que estar loca o extrañamente obcecada para cifrar la principal esperanza de su fidelidad o seguridad común en una sola persona, la cual, en el caso de que sea buena, no puede hacer más que otro hombre, y si es mala tiene poder para hacer más daño que millones de otros hombres.
No hay que amar la vida, ni odiarla; pero la que vivas, vívela bien, y deja que el cielo te la haga larga o corta.
¿Cómo un corazón esclavizado ha de mostrar que se somete voluntariamente a su servidumbre, si cohibido por el destino, carece de toda elección posible?
Los Dioses fueron los primeros que existieron, y se prevalen de esta ventaja para hacernos creer que todo procede de ellos, pero lo dudo, porque, al paso que veo esta hermosa tierra que con el calor de los rayos del sol produce tantas cosas, ellos no producen nada.
El que se alaba a sí mismo siempre encuentra quien se ría de él, lo cual no es cómico sino trágico.
Millones de espíritus cruzan invisibles por la tierra, ora cuando estamos despiertos, ora cuando dormimos.
Donde no hay ningún bien que disputar, no puede alzarse en guerra facción alguna.
No creo en la casualidad ni en la necesidad; mi voluntad es el destino.
En adelante sabré que sufrir por causa de la verdad es elevarse con valor a la más alta victoria y que, para el fiel, la muerte es la puerta de la vida...
No se ha perdido todo. Con esta voluntad inflexible, este deseo de venganza, mi odioinmortal y un valor que no ha de someterse ni ceder jamás ¿cómo he de tenerme por subyugado?