Frases de John Keats

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Lo hermoso es alegría para siempre: su encanto se acrecienta y nunca vuelve a la nada, nos guarda un silencioso refugio inexpugnable y un reposo lleno de alientos, sueños, apetitos.

Quien se apene pensando en la indolencia, nunca será un ocioso, y muy despierto está quien se crea dormido.

No hay infierno tan terrible como fracasar en una gran empresa.

Más tiernas suenen en el espíritu las canciones sin notas.

El último de tus besos siempre fue el más dulce, la última sonrisa, la más brillante, el último gesto, el más grácil.

La belleza es verdad, y la verdad belleza; esto es todo lo que acá abajo sabéis, y necesitáis saber.

Una obra de arte es un gozo eterno.

Miré un poco, y tan ágil y libre me sentía como si, abanicándome, las alas de Mercurio hubiesen en mis pies retozado: era leve mi corazón, y muchas delicias de mis ojos me estremecían.

Las melodías que pueden escucharse son dulces, pero aquéllas que no pueden escucharse lo son más.

¿No se desvanecen todos los encantos al solo contacto de la fría filosofía?

Pero en deseos ardo, a menudo, de ver bellezas de mirada más honda, y de sus cantos, y de vagar con ellas por aguas del estío.

Es lo bello alegría para siempre.

¿En dónde con sus cantos está la primavera? No pienses más en ellos sino en tu propia música.

Adoro el cuerpo. Porque la carne es honesta y los órganos no mienten.

Si la poesía no nace espontáneamente como la hoja de un árbol, es mejor que no nazca de ningún modo.

Las músicas oídas son dulces, pero más dulces son las no oídas.

Los fanáticos tienen sus ensueños, con los que forjan un paraíso para su secta.

A quien en la ciudad estuvo largo tiempo confinado, le es dulce contemplar la serena y abierta faz del cielo, exhalar su plegaria hacia la gran sonrisa del azul.

La muerte es el más alto premio de la vida.

Así, cuando negros pensamientos envuelvan a mi espíritu sumergido en presagios, tú, ¡dulce Esperanza!, despliega en torno a mí tu celestial influencia y agita tus argénteas alas sobre mi cabeza.

No estoy seguro de nada excepto de la santidad del afecto del Corazón y la verdad de la Imaginación. Aquello que la imaginación capta como Belleza ha de ser verdad, haya existido antes o no.

Nada es real hasta que se experimenta; aún un proverbio no lo es hasta que la vida no lo haya ilustrado.

Me gusta ver semblantes tristes en tiempo claro y alguna alegre risa oír entre los truenos; bello y feo me gustan: dulces prados, con llamas ocultas en su verde, y un reírse zumbón ante una maravilla.

Los fanáticos crean un ensueño y lo convierten en el paraíso de sus secta.

¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes que no despedirán jamás la primavera!

Pues sólo la poesía dice el sueño, con hermosas palabras salvar puede a la imaginación del negro encanto y el mudo sortilegio.

La vida tan sólo es un día, una frágil gota de rocío en su peligroso camino desde la cima de un árbol.

La belleza es verdad y la verdad belleza, no hace falta saber más que esto en la tierra.

Nunca llega a ser coronado por la inmortalidad quien teme ir adonde le conducen voces desconocidas.

Los hombres de genio son fuerzas químicas etéreas que operan sobre la masa del intelecto neutral.

Nunca será coronado por la inmortalidad quien teme acudir allá adonde arcanas voces le conducen.

La belleza es verdad; la verdad, belleza. Esto es todo lo que sabes sobre la tierra, y todo lo que necesitas saber.

Las notas del amor hacen mayor la alegria.

Una cosa bella es un placer eterno. Su hermosura siempre va en aumento; jamás tornará a la nada, antes al contrario, guardará siempre para nosotros una verde umbría y un reposo lleno de sueños placenteros, un saludable bienestar y un sosegado alentar para nuestro pueblo.

Mi alma es demasiado débil; sobre ella pesa, como un sueño inconcluso, la espera de la muerte.

En la tierra jamás la poesía cesa: cuando, en la solitaria tarde invernal, el hielo ha labrado el silencio, en el hogar ya vibra el cántico del grillo, que aumenta sus ardores, y parece, al sumido en somnolencia dulce, la voz de la cigarra, entre colinas verdes.

¿No ves cuán necesario es un mundo de dolores y problemas para educar nuestra Inteligencia y convertirla en Alma?

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