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Puedes querer mucho a alguien. Pero nunca puedes querer a nadie tanto como puedes echarlo de menos.
John Green
Mear es como un buen libro: cuando empiezas, es muy muy difícil parar.
En algún momento, te quitas la tirita y te duele, pero luego se te pasa y te sientes aliviado.
Cualquiera puede mirarte. Pero muy pocas veces encuentras a alguien que ve el mismo mundo que estás viendo tú.
¿Qué sentido tiene estar vivo si al menos no intentas hacer algo importante?
Las reglas de las mayúsculas son muy injustas con las palabras que están en medio.
Te pasas toda la vida encerrado en el laberinto pensando en cómo vas a escapar de ahí y lo fabuloso que será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca escapas. Solo utilizas el futuro para huir del presente.
los seres humanos carecemos de buenos espejos. Es muy difícil para cualquiera mostrarnos cómo se nos ve, y para nosotros mostrar a cualquiera cómo nos sentimos.
Los prodigios pueden aprender rápidamente lo que otros ya han descubierto. Los genios descubren lo que nadie ha descubierto antes.
Los libros son el no va más de los dejados. Los dejas y te esperan toda la vida; les prestas atención y siempre te corresponden.
Todos los hombres culpan a la naturaleza y al destino, pero su destino es sobre todo el eco de su carácter y de sus pasiones, sus errores y sus debilidades.
Quizá inventamos las metáforas como respuesta al miedo.
El amor verdadero nace de los tiempos difíciles.
Supongo que a cada quien le corresponde su milagro.
Necesitamos no perder nunca la esperanza, porque nunca nos rompemos de modo irreparable. Pensamos que somos invencibles porque lo somos. No podemos nacer y no podemos morir.
El hogar está donde está el corazón.
El problema de una espiral es que si la recorres, en realidad nunca acaba. Se estrecha infinitamente.
Es difícil encontrar buenos amigos, e imposible olvidarlos.
El verdadero terror no es asustarse; es no tener elección.
La familia es para siempre.
Me gusta mirar a las personas guapas, y hace un tiempo decidí no privarme de los sencillos placeres de la vida.
Si las personas fueran lluvia, yo sería llovizna y ella, un huracán.
Preocuparse es la forma correcta de ver la vida. La vida es preocupante.
Marcharse es muy duro... hasta que te marchas. Entonces es lo más sencillo del mundo.
Esas cosas horrorosas pueden sobrevivirse, porque somos tan indestructibles como queramos creerlo.
Solo hay una cosa en el mundo más jodida que tener cáncer a los dieciséis años, y es tener un hijo con cáncer.
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