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Ése es el mundo de hoy: lleno de códigos y lleno de reglas, pero son reglas negras que encierran y oscurecen el corazón de la gente. En cambio, nuestros corazones son puros, no pueden estar encerrados. La quiero con un amor infinito y eterno. Desde el primer día.
Joël Dicker
La gente suele creer que para empezar a escribir una novela hace falta una idea. Cuando en realidad la novela nace, antes que nada, de un anhelo: el anhelo de escribir. Un anhelo que te entra y nadie puede evitar, un anhelo que te distrae de todo lo demás.
Huyas donde huyas, tus problemas se meten en tu maleta y te siguen a cualquier parte.
El sentido de la palabra es más importante que la palabra en sí.
Anhele el amor, Marcus. Haga de él su más hermosa conquista, su única ambición. Después de los hombres, habrá otros hombres. Después de los libros, hay otros libros. Después de la gloria, hay otras glorias. Después del dinero, hay más dinero. Pero después del amor, Marcus, después del amor, no queda más que la sal de las lágrimas.
No son ni el autor ni el editor quienes deciden cuando se publica un libro. Es el propio libro el que decide cuando hay que publicarlo.
Los libros son como la vida. Nunca se terminan del todo.
Los libros son más fuertes que la vida. Son su mejor revancha. Son testigos de la muralla inexpugnable de nuestra mente, de la impenetrable fortaleza de nuestra memoria.
¡El amor no quiere decir nada, Goldman! ¡El amor es un truco que se inventaron los hombres para no tener que lavarse la ropa!
La verdad no cambia nada de lo que puede uno sentir por otro. Es el gran drama de los sentimientos.
Harry no se contentó con enseñarme a escribir: me enseñó a abrir mi mente. Me llevó al teatro, a exposiciones, al cine. También al Symphony Hall, en Boston; decía que una ópera bien cantada podía hacerle llorar.
¿No es increíble? Los usuarios de Facebook no son más que hombres-anuncio que trabajan gratis. Sería estúpido no utilizarlos.
Encuentre el amor, Marcus. El amor da sentido a la vida. ¡Cuando se ama, se es más fuerte! ¡Se es más grande! ¡Se llega más lejos!
pero la realidad es que el mundo es demasiado pequeño para jurar no volver a verse. Solo se pierden de vista aquellos que realmente lo desean.
Por si no se ha dado cuenta todavía, la vida, en términos generales, no tiene sentido. Salvo si se esfuerza usted en dárselo y lucha cada día.
Los buenos policías no se concentran en el asesino... sino en la víctima.
Un texto no es nunca perfecto -me decía-. Simplemente hay un momento en el que es menos malo que antes.
La vida es una novela que ya sabemos como termina: al final el protagonista muere.