Imágenes
Que Tus labios me saben igual, que los labios que beso en mis sueños.
Joaquín Sabina
Con dos en una cama; sobran testigos, cura y juez.
La puta que se enamora, la fruta que se indigesta.
Lo que yo quiero, Regia de ojos tristes es que mueras por mi.
Y una mañana comprendí que a veces gana, el que pierde a una mujer.
Donde los Jeques, blanquean los cheques, del petrodólar.
¿De qué hubiera servido deshacer las maletas del olvido?
A falta de sustancias sobran detalles. De la estación de Francia ya sale el tren.
El hombre de hoy es el padre del mono del año 2000.
Tira los prejuicios junto a la cama; hoy tienes una oportunidad de demostrar que eres una mujer, además de una dama.
Porque todos los finales son el mismo repetido, y con tanto ruido, no escucharon el final.
Perdiendo los modales: si hay que pisar cristales, que sean de bohemia, corazón.
Pruébame, dijo el veneno.
Siempre que luchan la KGB contra la CIA gana al final, la policía...
Ay! Praga, Praga... Praga, donde el amor naufraga, en un acordeón.
Cuando lo descubrí fue un deslumbramiento asombroso. Me gusta el caos, no la disciplina, y él era el profeta del caos... Él empezó a hablar de otras cosas, metió la literatura en el rock. Me ha alimentado y me sigue alimentando. (Sobre Bob Dylan)
Corre, dijo la tortuga.
Invertir en latas de sopa boba es como barnizar el propio ataúd.
Creen, porque la gente no habla ya de mí, que estoy más acabado que Antonio Machín.
Yo no quiero París con aguacero, ni Venecia sin ti.
La muerte es sólo la suerte con una letra cambiada.
Luego volví donde el olvido, mi único amor correspondido.
Lo peor del amor cuando termina, son las habitaciones ventiladas.
... y el lunes al café del desayuno - vuelve la guerra fría - y al cielo de tu boca el purgatorio.
¿Qué maldición separa a los amantes que no se han olvidado?
La más señora de todas las putas, la más puta de todas las señoras.
No te pases un pelo de listo, no inviertas en cristos, no te hagas el tonto.
Las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan se marchitan cuando las toca la sucia rutina.
Yo canto mis soledades por que me sobran.
Si a ratos me puso cuernos la fortuna fue de forma fraudulenta.
¿Ustedes me han mirado? pedirles, además, que me quisieran ¿No les parece que era pedirles demasiado?
Y algunas veces suelo recostar mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna que se llama soledad.
Ocúpate del alma, dijo el gordo vendedor de carne.
Si ahora encuentro aquel amigo leo en el fondo de sus ojos que ya se secaron las flores de 1968.
Me falta un corazón me sobran cinco estrellas de hoteles de ocasión donde dejar mis huellas.
En el Puente de Carlos aprendí, a rimar cicatriz con epidemia.
Se anuncia entre los dos tiempo inestable, asoman a tus ojos las tormentas.
Tu vudú ya pincha en hueso.
No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás existió.
Sé que no lo soñé, protestaba mientras me esposaban los pinches federales.