Imágenes
Te me has aparecido en sueños, tu voz era una lluvia refrescante, tu boca una fruta madura.
Jens August Schade
¡Es el camino de mi luna por encima de Dinamarca lo que hace resplandecer así mi cara!
Mi mujer es ardiente y se entrega como mi canción.
¡Es mi nostalgia infinita de otras latitudes lo que hace que mi corazón se estremezca de alegría por haber nacido aquí donde he nacido!
El clima es mío, somos uno, las noches de tormenta... Nuestro amor es grande...
Múltiples son nuestras caricias y deliciosas ofrendas, el mar en tempestad es un eco de mi sangre en ebullición.
De oro y fuego es la fiesta de mi pensamiento.
Los dos sabemos lo que siente el uno en el interior del otro y con fuerza de leones se besan nuestras almas.
Esta fresa, me la dieron esta mañana, me hace tan feliz que oí al espacio celeste decir la cosa más deliciosa que haya saboreado.
Esos pliegues de tu vestido, esas líneas de tus caderas, esos latidos del corazón...
Existen mujeres que aman a un hombre de la misma manera que comen una comida anhelada.
Quiero inclinarme en las noches cuando son muchos los que aman la tierra y verás una estrellas es la vida.
¿Por qué hay miedo en tu corazón? Detrás de tus pechos crecen flores, hueles a manzanas y eternidad.
No se conoce la razón pero una fresa puede hacer que el alma se ponga al rojo vivo, hasta el fondo.
Una hermosa canción, un pequeño milagro gracioso, destila el fonógrafo mientras yo estoy callado.