Frases de Jean Arp

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Si me viera obligado a escoger (aunque es un imposible) entre mi obra plástica y la poesía escrita; si debiera abandonar o la escultura o los poemas, elegiría escribir poemas.

Mi martillo y yo somos uno. Sólo sé clavar clavos en la miga de pan. Pero cuando clavo clavos en la miga de pan clavo tan bien que mis amigos lo olvidan todo y se sienten literalmente transportados transfigurados en azur puro.

Todas las cosas, y el hombre también, deben ser sin medida.

Las mariposas representan una escena de tu vida que muestra el despertar de la aurora en tus labios.

Deseé crear nuevos aspectos, para extraer nuevas formas del hombre.

Las golondrinas creen en los ángeles de nubes. Las golondrinas no creen en las escalas.

El arte es una fruta que crece en el hombre.

El rojo canta canta canta yo sueño y escribo yo bebo y canto y el tiempo pasa.

La tierra se cubrió de lágrimas de gozo. El día se despertó en una mano de cristal.

Pronto el silencio será una leyenda del pasado. El hombre inventa, día tras día, máquinas y dispositivos que aumentan el ruido y distraen a la humanidad de la esencia de la vida, de la contemplación, de la meditación.

La catedral es un corazón. La torre, un brote. ¿Han contado los escalones que llevan a la plataforma? Cada noche son más numerosos. Se multiplican.

Un día desaparecemos con un leve roce como hojas muertas y nos transformamos en polvo y nos convertimos en chispas de estrellas y cantamos y flotamos felices con abrigos de fuego.

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