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La mesa es el único sitio donde uno no se aburre nunca (durante la primera hora).
Jean Anthelme Brillat-Savarin
La cualidad indispensable para un buen cocinero es la puntualidad, pero es también la de los invitados.
Los animales se alimentan, el hombre come; sólo el hombre inteligente sabe cómo comer.
Los animales tragan, los hombres comen; y el hombre de intelecto sabe cómo digerir.
Dime lo que comes y te diré lo que eres.
El hombre está más fuertemente organizado para el dolor que para el placer.
Lo que distingue al hombre inteligente de los animales es el modo de comer.
En la mesa nadie se aburre durante la primera hora.
Convidar a alguno es hacerse cargo de su felicidad todo el tiempo que aquél se halla bajo nuestro techo.
El que recibe a sus amigos y no presta ningún cuidado personal a la comida que ha sido preparada, no merece tener amigos.
El descubrimiento de un nuevo plato contribuye más a la felicidad del género humano que el descubrimiento de una nueva estrella.
Convidar es asumir la responsabilidad del bienestar del convidado durante el tiempo que está bajo nuestro techo.
Aguardar demasiado a un convidado es una falta de consideración para los que están presentes.
Aquellos que padecen una indigestión o una borrachera no saben lo que es comer ni lo que es beber.
La suerte de las naciones depende de su manera de alimentarse.
La dueña de casa debe preocuparse de que el café resulte óptimo, y el dueño de que los vinos sean de primera calidad.
Se aprende a ser cocinero, pero se nace catador.
Un postre sin queso es como una doncella hermosa, pero tuerta.