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A los chimpancés del mundo, a los que viven libres en la naturaleza y a los cautivos y esclavizados por el hombre. Para todos los que han contribuido a su conocimiento y comprensión. Y a todos aquellos que han ayudado y que están ayudando en la lucha por conservar los chimpancés en África, y para proporcionar bienestar y esperanza a los que viven cautivos.
Jane Goodall
Ahora que finalmente nos hemos dado cuenta del terrible daño que hemos ocasionado al medio ambiente, estamos extremando nuestro ingenio para hallar soluciones tecnológicas.
Hoy día somos nosotros, los seres humanos, los culpables de que haya cada vez más especies en peligro de extinción.
La tecnología por sí sola no basta. También tenemos que poner el corazón.
Cada pequeño gesto por su cuenta no va a hacer una gran diferencia, pero son esos cambios chiquitos los que crearán una sociedad que elegirá a los políticos correctos, a quienes apoyarán cuando tomen las decisiones correctas.
Sé que hay una crisis económica y que mucha gente la está pasando realmente mal... Eso es terrible. Pero la mayoría de las personas puede descubrir que es capaz de vivir con un poco menos.
¡Piensa cada día en las consecuencias de tus acciones, en lo que comes, lo que compras, en qué medio te mueves! Estos detalles tienen un gran significado. Si los consideramos, sería un cambio sin precedentes. Tenemos el tiempo muy justo. ¡Hazlo ya!
Cuando encuentras bebés de chimpancés huérfanos, te llegan al corazón. Hemos creado zonas seguras para ellos porque no podemos darles la espalda, porque estos pobres huerfanitos llegan y te miran de tal forma que no puedes decir: lo siento, tengo demasiados chimpancés, tendrás que morirte.
La estabilidad económica debería consistir en mejorar el nivel de vida de los que no tienen nada, y reducir el nivel de vida egoísta de tanta gente que tiene mucho más de lo que necesita ¿Qué sentido tiene coleccionar tantas cosas?
La destrucción del hábitat está a menudo vinculada a la codicia y el materialismo del mundo desarrollado.
El estudiar a los chimpancés me ha ayudado a comprender, tal vez más que ninguna otra cosa, lo diferentes que somos de ellos.
Lo que ocurre es que si tienes un cerebro tan sofisticado y astuto como el nuestro, pero lo desconectas del corazón -en el sentido literario del corazón como la sede del amor y la compasión-, entonces lo que surge es una criatura muy peligrosa. Y eso es lo que somos ahora mismo.
La única respuesta es que si no cambiamos nuestro estilo de vida, si no dejamos de depender de la energía fósil, del petróleo, nuestra sociedad va a colapsar. No hay recursos infinitos. Ahora están buscando petróleo en más lugares, y piensan que esto es algo positivo. Pero de cara al cambio climático, esto solo incrementará el efecto invernadero.
Luego de que los chimpancés tienen una pelea, la víctima alza y abre sus brazos en busca de tranquilidad: quiere ser abrazado o palmeado, asegurarse de que el vínculo aún está a pesar del enfrentamiento. Así es como se restaura la armonía social y personal.
Mi misión es ayudar a comprender cuánto se parecen los chimpancés y muchos otros animales a nosotros, y explicar que tienen sentimientos muy parecidos. Es nuestra responsabilidad cuidarlos y protegerlos. Creo que esto se entiende mejor que hablar en términos de derechos.
Los chimpancés me han dado tanto... Las largas horas compartidas con ellos en la selva han enriquecido mi vida más allá de lo imaginable... Lo que he aprendido de ellos ha modelado mi comprensión de la conducta humana y de nuestro lugar en la naturaleza.
Los seres humanos son más compasivos. En el caso del chimpancé se puede ver la compasión entre la madre y su cría, pero rara vez se halla en algún otro aspecto. La compasión es una característica muy humana.
Una forma de ayudar es mejorando la vida de la gente que vive allí para que ellos formen parte del esfuerzo para proteger el mundo natural. La combinación de pobreza extrema con una población creciente lleva a la destrucción del medio ambiente porque esta gente está tratando de sobrevivir.