Imágenes
Había vida salvaje, virgen, una selva en la frontera del mar, nunca vista por aquellos que flotan sobre una superficie opaca.
Jacques-Yves Cousteau
Estoy absolutamente cautivado por el ambiente de un naufragio. Un buque muerto es el hogar de una gran cantidad de vida: peces y plantas. La mezcla de la vida y la muerte es un misterio, incluso religioso. Existe la misma sensación de paz y el mismo estado de ánimo que el que sentimos al entrar en una catedral.
Probablemente se ha hecho más daño a la Tierra en el siglo XX que en toda la historia anterior de la humanidad.
Si no muriéramos no apreciaríamos la vida como lo hacemos.
Desde su nacimiento, el hombre lleva el peso de la gravedad sobre sus hombros. Está atornillado a la tierra. Pero el hombre no tiene más que hundirse bajo la superficie y ser libre.
Si los océanos de nuestra Tierra murieran -esto es, si, de algún modo, la vida de pronto desapareciera-, sería la más formidable, pero también la más definitiva, de las catástrofes en la historia atormentada del hombre y de los demás animales que con él comparten este planeta.